CIUDAD DE VÁNDALOS Y DEJADOS

EL VANDALISMO Y LA DEJADEZ DEGRADAN EL ENTORNO URBANO, EROSIONANDO EL PATRIMONIO, EL MOBILIARIO PÚBLICO Y LA CONVIVENCIA. GRAFITIS DESCONTROLADOS, BASURA ACUMULADA Y EDIFICIOS ABANDONADOS GENERAN INSEGURIDAD Y DESVALORIZAN LOS BARRIOS. LA FALTA DE MANTENIMIENTO REFUERZA EL ABANDONO, ALEJANDO INVERSIONES Y DETERIORANDO LA CALIDAD DE VIDA, CONVIRTIENDO LA CIUDAD EN UN ESPACIO HOSTIL.

Ahora que hemos pagado casi 5 millones de euros por la gala de los cabezones, evento supremo del wokismo sideral, con el que muchos granadinos estamos molestos por el derroche y porque Granada no necesita de estos titiriteros subvencionados para promocionarse, nuestro consistorio debería reflexionar sobre en qué se gasta el dinero de todos los granadinos y en qué se lo debería de gastar, máxime con la situación económica límite que padece.

Aunque este no es un problema aislado de este equipo municipal, ha sido una lacra constante de nuestros consistorios que ha desembocado en la actual situación de Granada, porque una ciudad no cae en el deterioro y la degradación extrema de la noche a la mañana.

Por buenrollismo izquierdista con los grafiteros, por hacer la vista gorda con los vándalos que destrozan árboles, bancos, fuentes…, y por dejadez generalizada, nos encontramos con una Granada que sufre un deterioro intolerable. Y si a ello unimos la suciedad generalizada, la basura acumulada -véanse sin ir más lejos, en pleno centro, la plaza de Bibrambla o la placeta de San Gil, ambas abarrotadas de desperdicios y contenedores cochambrosos-, los agujeros en el pavimento, las baldosas y adoquines sueltos/rotos…, el resultado es intolerable en una ciudad que, para más inri, quiere ser capital cultural europea 2031.

Se ve que nuestros gobernantes locales andan bien poco por la ciudad -es más cómodo el coche oficial-, porque, con sólo un paseo por el centro se aprecia el deterioro extremo que padece Granada, y qué decir de los barrios…

¿Qué podemos esperar de una ciudad que lleva casi tres décadas sin restaurar la mutilada estatua de Carlos V de la plaza de la Universidad?, ¿que permite las mugrientas fachadas llenas de grafitis?, ¿que cementa los alcorques que se quedan sin árboles porque los vándalos los mutilan?… ¡Pero si han vandalizado hasta los propios bustos gigantes de los dichosos Goyas!

Granada es el paraíso de grafiteros y vándalos, que nada temen porque nunca sufren el peso de la ley. Destrozar el patrimonio de todos les sale gratis y seguirá siendo su divertimento principal. También es el paraíso de la mugre y la basura, que abundan por doquier.

Granada es el paraíso de grafiteros y vándalos, que nada temen porque nunca sufren el peso de la ley. Destrozar el patrimonio de todos les sale gratis y seguirá siendo su divertimento principal.

vandalos, vandalismo

Como consecuencia, Granada se ha convertido en un cochambroso batiburrillo de grafitis, equipamiento urbano destrozado, espacios públicos degradados, cementazos, agujeros, baldosas sueltas, contenedores inmundos, cartones, desechos, mugre, motos, sombrillas, estufas, sillas y mesas de terrazas de bares. Un remix insoportable, impropio de una ciudad como Granada, todo ello en medio de una presión fiscal y sancionadora inaceptable. Hasta el punto de que Granada bien podría considerarse como una ciudad de vándalos y dejados, donde sujetos de esta calaña campan a sus anchas.

En fin, mucho vandalismo y dejadez. No entiendo cómo aguantamos…

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Pilar Bensusan

Catedrático de Administrativo

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