DE LA PREHISTORIA A LAS ESTRELLAS

Al norte de la provincia de Granada, en plena comarca accitana, Gorafe ofrece uno de los escenarios más singulares de toda la geografía granadina, donde piedra, agua y cielo ofrecen al visitante una experiencia inigualable.

Hablar de Gorafe es hablar de prehistoria. Gorafe viene del árabe «Gaurab» que significa «cámaras altas» refiriéndose probablemente a las casas cueva. Enclavada en un impresionante desfiladero, rodeada de altas murallas de piedra, esta pequeña localidad alberga uno de los conjuntos megalíticos más importantes de toda Europa.

Empezamos nuestro viaje en la necrópolis de las Hoyas del Conquín, en pleno corazón del parque megalítico. Allí, caminando entre sus numerosos dólmenes, que son estructuras funerarias de piedra, podemos sentir la enigmática energía que nos legaron los primeros pobladores de esta tierra.

El río Gor, que atraviesa la localidad, era muy caudaloso en tiempos prehistóricos, lo que permitió que surgieran hasta siete asentamientos a lo largo del fértil valle que le da forma. El dinamismo que presentaban estas tierras explica que aquí podamos encontrar la mayor concentración de dólmenes de toda Europa. Hay 242 dólmenes catalogados, englobados en 10 necrópolis megalíticas, encontrando en las Hoyas del Conquín el dolmen emblema de la localidad, al ser el mejor conservado y el de mayor tamaño, excavado en plena roca caliza.

Una magnífica opción para conocer más sobre estos restos arqueológicos es visitar el Centro de Interpretación del Megalitismo de Gorafe. En el interior de la cueva donde se aloja este centro, podemos conocer cómo se vivía en la comarca hace más de 5.000 años.

Dolmen de la Hoya del Conquín

Cerca de allí, excavadas en una ladera, a más de cien metros del suelo, encontramos los Algarves de Gorafe, unas trescientas cuevas de época almohade, testimonio del paso de los árabes por este enclave tan singular. Estas cuevas constituyen un auténtico desafío a la gravedad y a la erosión al estar situadas en una de las paredes más verticales que rodean el territorio agreste de Gorafe. Daban cobijo a viviendas, graneros o caballerizas y desempeñaron un importante papel defensivo en la época del reino nazarí, debido al dominio visual del territorio.

Atravesando un paisaje abrupto de impresionante belleza, nos detenemos en el Cerro de la Mina para admirar sus petroglifos, uno de los antecedentes más lejanos de la escritura. Se trata de unos grabados rupestres en piedra arenisca que tienen más de 4.500 años de antigüedad, utilizadas para la celebración de rituales mágico-religiosos, con representaciones de figuras femeninas y masculinas en danza ritual, así como del sol y de la luna.

Otro de los puntos de interés, por su autenticidad, es el extraordinario acueducto prehistórico del Toril, una espectacular acequia de 15 metros de altura creada durante siglos por la precipitación de minerales disueltos por el agua que transportaba, así como por la propia acción del hombre. El resultado es un acueducto natural único en Europa.

si queremos emular a nuestros ancestros, podemos alojarnos en alguna de estas singulares casa cueva restauradas de forma tradicional, un lugar para relajarse…

Si queremos emular a nuestros ancestros, podemos alojarnos en alguna de estas singulares casa cueva restauradas de forma tradicional, un lugar para relajarse, contagiado de la serenidad que se respira en toda la zona. Otro de los atractivos culturales de Gorafe es su gastronomía local. En alguna de las típicas posadas de la localidad podemos degustar ricas migas o sus típicos andrajos, en un ambiente acogedor, por el que parece no haber pasado el tiempo. Los andrajos, de herencia morisca, están elaborados con tartas de harina y conejo o liebre.

Ubicado a cinco kilómetros del pueblo, encontramos el máximo exponente de la riqueza paisajística de la comarca, el desierto de Los Coloraos de Gorafe. Se le conoce así por su gran parecido al Gran Cañón del Colorado en Estados Unidos. Se trata de un impresionante paraje desértico, surcado de barrancos, ramblas y chimeneas de hadas, donde los tonos del terreno varían desde el grisáceo hasta el rojizo de la arcilla.

Desierto de Los Coloraos (Gorafe)

el máximo exponente de la riqueza paisajística de la comarca, el desierto de Los Coloraos de Gorafe. Se le conoce así por su gran parecido al Gran Cañón del Colorado en Estados Unidos.

Desierto de Los Coloraos (Gorafe)

Pero este paisaje no se formó de la noche a la mañana. Hace cientos de miles de años, las depresiones de Guadix y Baza estaban cubiertas por un lago que, con el paso del tiempo, fue drenando toda su agua hacia el valle del Guadalquivir, quedándose seco.

La erosión del agua, el suelo blando y el clima extremo sacaron a la luz estas formas tan distintas y atrayentes.

También se le conoce a estas tierras como «badlands», por ser poco aptas para el cultivo. Pasear por los caminos que recorren este desierto es una experiencia muy distinta a lo que estamos acostumbrados: el silencio, la soledad y un paisaje inhóspito y virgen que parece no tener final.

Al borde de los barrancos que surcan este desierto y en plena altiplanicie, se encuentra la Casa de Cristal, un alojamiento construido íntegramente de este material, que permite a sus huéspedes dominar desde su interior todo el paisaje del desierto gorafeño. Tal ha sido su repercusión que fue utilizada para la grabación de la exitosa serie «Black Mirror». Su techo de cristal permite observar las estrellas desde la cama, un lujo que pocos sitios pueden ofrecer.

su techo de cristal permite observar las estrellas desde la cama

La Casa de Cristal
Complejo astronómico Los Coloraos

Y es que al caer la noche, Gorafe es el lugar ideal para recrearse en los secretos del cielo. La localidad cuenta con unos cielos privilegiados para poder observar las estrellas, de los mejores de Europa. Por ello, se creó el Centro de Interpretación del Cielo, integrado en el Complejo Astronómico Los Coloraos, donde se pueden hacer observaciones guiadas a través de telescopios de gran calidad. Esto ha hecho que cuente con la certificación de Parque Estelar, otorgada por la Fundación Starlight, y que todos los establecimientos turísticos tengan la certificación como «casa rural starlight», al ser respetuosos con el cielo nocturno, siendo ideales para observar las estrellas, las constelaciones o la Vía Láctea a simple vista.

para observar las estrellas, las constelaciones o la Vía Láctea a simple vista

Hace unos años el Ayuntamiento de Gorafe fue original celebrando las conocidas como «fiestas de las estrellas», con un apagón del alumbrado público, lo que ya vislumbraba el potencial que el astroturismo tenía en esta localidad. Al fin y al cabo, se trata de una experiencia que nos acerca aún más a nuestros antepasados, de los que hablábamos al inicio, que podían disfrutar del privilegio de contemplar cielos estrellados en ausencia de cualquier tipo de contaminación lumínica.

Visitar Gorafe es realizar un auténtico viaje al pasado y acercarnos a la herencia de sus primeros moradores. También es disfrutar de su increíble naturaleza: contemplar desde el Puntal de Don Diego el desierto iluminado por los últimos rayos de sol y rodeados de barrancos que parecen no tener fin es una experiencia que impresiona y que rebosa una gran belleza.

Un territorio extraordinario que merece ser visitado, un escenario de película.

Desierto de Los Coloraos (Gorafe)

NO TE PIERDAS NADA

Sé el primero en saber cuándo saldrá nuestra revista gratuita

¡No hacemos spam! Lee nuestra política de privacidad para obtener más información.

Picture of Juan Ignacio Escribano Torres

Juan Ignacio Escribano Torres

(Granada, 1997). Es graduado en Derecho y Ciencias Políticas y de la Administración por la Universidad de Granada (2021). Actualmente es funcionario del Cuerpo de Administradores Generales de la Junta de Andalucía. Es miembro de la asociación Sociedad Civil Juntos por Granada.

Comparte esta entrada

Comentarios y Reseñas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Revistas publicadas

Puede ayudar a HG con un donativo Importe voluntario