EN OCTUBRE DE 1973, UNA DEVASTADORA RIADA GOLPEÓ LA RÁBITA, EN GRANADA, DEJANDO DESTRUCCIÓN Y PÉRDIDA DE VIDAS. LAS INTENSAS LLUVIAS DESBORDARON EL RÍO, ARRASANDO CASAS Y CULTIVOS Y SORPRENDIENDO A LOS HABITANTES. LA TRAGEDIA UNIÓ A LA COMUNIDAD EN LABORES DE RESCATE Y RECONSTRUCCIÓN, MARCANDO PROFUNDAMENTE LA HISTORIA LOCAL.
La de la Rábita es una tragedia histórica albergada en la memoria de todos los que la conocimos. Yo era un niño, pero aún recuerdo aquel día con nitidez y las informaciones que ofreció desde la noche anterior la radio.
Las voces de aquel genio de las ondas locales que fue Juan Bustos -que con el tiempo contaría entre mis amigos- y de la gran locutora Mercedes Doménech, a los que mi madre escuchaba sintonizando la frecuencia de la cadena SER en Granada, no cesaron en ningún momento. Con alarma y estupor fuimos recibiendo las noticias de la gran tragedia que provocó la riada en la pedanía de Albuñol. Un suceso local que no se ha borrado de mi memoria.
Un poco de historia
La Rábita debe su nombre a la presencia de una fortaleza-monasterio –ribat- que en época nazarí se consideró un punto estratégico para la defensa de la costa del emirato. En los alrededores del castillo fue conformándose y creciendo la población y en el siglo XVIII se construyó una torre vigía, que permitía el contacto visual con el sistema defensivo costero del litoral, amenazado por piratas berberiscos. Una función que siguió cumpliendo hasta final del siglo XIX.
Pero la nombradía actual del enclave no se debe a esta historia, sino a la inundación producida los días 18 y 19 de octubre de 1973, que conformarían una tragedia que se albergó en la memoria de todos los españoles.
Las causas
Las inundaciones producidas en octubre de 1973, provocadas por violentas precipitaciones, unido a la falta de cobertura vegetal y el tipo de suelo, provocaron enormes crecidas de las ramblas que manifestaron todo su poder destructivo y ocasionaron la mayor catástrofe natural de la historia reciente del territorio de Granada con decenas de muertos y desaparecidos, dañando gravemente la población y las infraestructuras, y perdiéndose la práctica totalidad de la superficie agrícola en regadío que era su principal medio de vida.
Siempre según la información que ofrecen los registros oficiales del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía y del Ministerio de Medio Ambiente, actualmente de Transición Ecológica, las fuertes precipitaciones fueron el resultado de una serie de efectos convergentes en el transcurso de los días 16 a 20 de octubre de aquel año.
violentas precipitaciones, unido a la falta de cobertura vegetal y el tipo de suelo, provocaron enormes crecidas de las ramblas que manifestaron todo su poder destructivo
Sobresale entre todos ellos la formalización de un embolsamiento de aire frío sobre el sur de la Península que en contacto con las masas de aire mediterráneo cálido y húmedo desencadenó una ciclogénesis sobre el Mar de Alborán, lo que hoy se ha dado en llamar una DANA.
Los documentos oficiales destacan las causas y hechos determinantes de la riada y la tragedia:
“Se dieron condiciones muy favorables para el desarrollo de movimientos ascendentes hacia las capas altas, dando lugar a una gigantesca chimenea que por su base aspiraba aire marítimo cálido y húmedo a gran velocidad y formándose cumulonimbos tempestuosos que provocaron aguaceros violentos de más de 100 l/m2/hora.
Estas circunstancias que sucedieron el 18 y el 19 de octubre hasta que el día 20 la depresión fría se dirigió al norte de África.
El relieve de las sierras costeras de la cordillera Penibética, favoreció la condensación y actuó como trampolín, jugando un papel decisivo en el reparto de las lluvias torrenciales según las masas montañosas estuviesen orientadas a la dirección de los vientos del este, y afectando, sobre todo, a los cursos altos, más que a los bajos”
Ríos y ramblas
Los desbordamientos de los ríos y de las ramblas provocaron graves inundaciones cuyo poder destructivo se potenció por las características morfológicas de la región caracterizada por topografías muy accidentadas -hasta 2.000 metros de desnivel en pocos kilómetros-, relieves desecados sin cobertura vegetal y materiales deleznables -margas, arcillas, pizarras-, todo ello provocó escorrentías que superaban los dos tercios de las precipitaciones que arrastraron laderas, tierras, árboles, y que al llevar un componente sólido muy importante, cercano al 30 por ciento, multiplicaba su poder destructivo.
Las crecidas más espectaculares fueron las del río Almanzora (3.500 m3/segundo), la rambla del Albox (1.600 m3/s), Adra (2.000 m3/s) y Guadalentín (3.000 m3/s)
Las zonas más afectadas fueron la hoya de Guadix-Baza por los desbordamientos en la cuenca alta del Guadiana Menor, la Alpujarra por la crecida del Guadalfeo, el río Almanzora, las cuencas de los ríos Adra y Guadalentín. Las crecidas más espectaculares fueron las del río Almanzora (3.500 m3/segundo), la rambla del Albox (1.600 m3/s), Adra (2.000 m3/s) y Guadalentín (3.000 m3/s). Aparte de cuantiosas pérdidas materiales, dado que los daños en las tierras de cultivo, infraestructuras, viviendas y cabaña ganadera fueron muy notables.
su poder destructivo se potenció por las características morfológicas de la región caracterizada por topografías muy accidentadas -hasta 2.000 metros de desnivel en pocos kilómetros-, relieves desecados sin cobertura vegetal y materiales deleznables -margas, arcillas, pizarras-
Récord de precipitaciones
Destaca por encima de todos el dato de Zurgena (Almería), donde se recogieron unos 420 l/m2 entre las 13:00 y las 14:00 horas, un dato que fue dado como válido por personal Instituto Nacional de Meteorología (INM), aunque hay algunos informes que hablan que la precipitación acumulada en ese lapso de tiempo fue de aproximadamente de 600 l/m2.
El acumulado oficial de Zurgena fue de 600 l/m2 duplicando en un día su pluviometría medial anual.
Pero fueron 730 l/m2 si se suma la precipitación del día anterior, que llovió también copiosamente. Probablemente, se trata del récord europeo en lo que respecta a precipitación acumulada en una hora, y posiblemente en el top mundial, ya que a nivel global se suele considerar los 401 l/m2 que se registraron en una hora en Shanghái durante el 3 de julio de 1975.
Probablemente, se trata del récord europeo en lo que respecta a precipitación acumulada en una hora, y posiblemente en el top mundial
Y desgraciadamente hubo que lamentar un número muy alto de pérdidas humanas: más de un centenar y medio de víctimas en las provincias de Murcia, Granada y Almería, especialmente concentrados en Zurgena, La Rábita y Puerto Lumbreras.
El desastre de La Rábita
Aquella trágica noche del 18 de octubre de 1973 las lluvias fueron excepcionales en La Rábita. Se registraron 210 l/m2 en Albuñol y 210 l/m2 en la localidad costera del Pozuelo, pero aún más lo fueron aguas arriba, en la Sierra de la Contraviesa donde se alcanzaron 350 l/m2 en la localidad de Murtas. La catástrofe casi fue consiguiente. No se hizo esperar. Fue provocada por la violencia de la crecida que llevó un caudal punta estimado en 2.580 m3/s., un registro espectacular si se tiene en cuenta la superficie de la cuenca que es de solo 120 km2.
toneladas de sedimentos se desviaron hacia el pueblo arrasando todas las viviendas que encontraron a su paso
La enorme crecida provocó el taponamiento del puente del tramo de la N-340 que pasaba justo por encima del núcleo urbano. Se originó una gran presa que contenía toneladas de agua, piedras, fango y multitud de restos que se habían arrastrado desde la parte superior de la cuenca. Las trincheras y muros de contención que se situaban en el borde de la rambla junto al pueblo de La Rábita se rompieron debido a la presión de agua, lo que provocó que el agua acumulada y las toneladas de sedimento se desviaran hacia el pueblo arrasando todas las viviendas que encontraron a su paso.
la violencia de la crecida llevó un caudal punta estimado en 2.580 m3/s
Otros datos
Las crónicas de los diarios del momento, los locales como IDEAL y PATRIA, y regionales como ABC dan cuenta de la dimensión de la tragedia. Cuentan que las olas de agua y fango llegaron a medir tres o cuatro metros de altura y como la riada afectó a 101 viviendas, de las que 74 fueron completamente arrasadas. Los barrios de pescadores la Mochila y Santa Adela prácticamente desaparecieron.
Los muertos identificados fueron veinticuatro, a los que hay que unir veintinueve desaparecidos identificados y un número impreciso de otros desaparecidos en caseríos, cortijadas y viviendas diseminadas.
Aparte de la pérdida en vidas humanas, la población perdió las escuelas y permaneció incomunicada y sin los servicios básicos durante varios días, siendo abastecida por mar y por aire por las autoridades civiles y militares. Perdiéndose por completo toda la tierra laborable en regadío próxima al litoral.
La reconstrucción
La Rábita fue inicialmente evacuada y sus habitantes repartidos por los cerros en cortijos y caseríos. En pocos días, al poder abrirse la carretera desde La Mamola, se empezó a allanar el cerro más próximo para la ubicación de un poblado de emergencia y enclavar cerca de un centenar de viviendas prefabricadas junto con escuelas y guarderías. Igualmente se reparó con urgencia el muro de defensa de la rambla, y se distribuyó la población escolar entre los colegios de las poblaciones vecinas.
En 1977 la rambla fue encauzada y alejada de la población. El puente que provocó la catástrofe no volvió a reconstruirse.
Recuperación
Los habitantes hicieron de la necesidad virtud: el material aportado por esta avenida amplió enormemente los deltas aluviales, conocidos como “nubes”, que pronto fueron roturados por el hombre, ampliándose notablemente la superficie cultivada, inmediatamente ocupados por invernaderos siguiendo el modelo instaurado en el vecino Campo de Dalías, con lo cual se confirmó el renacer de estas poblaciones agrícolas.
La Rábita tenía 1.458 habitantes en 1970, en el censo siguiente de 1981 su población era de 1.353 habitantes, datos que dan una idea de que pese al alto precio pagado en vidas humanas y a los daños provocados, el impacto de la catástrofe fue demográficamente bajo. Se debió a que la actividad agrícola se recuperó rápidamente, ocupando los terrenos de dominio público ganados al mar.
Los habitantes hicieron de la necesidad virtud: se amplió notablemente la superficie cultivada e inmediatamente se instalaron invernaderos, con lo cual se confirmó el renacer de estas poblaciones agrícolas.
Al igual que en la cercana población de El Pozuelo, la existencia de recursos hídricos junto con la de los deltas aluviales de las ramblas de Albuñol y Huarea permitió el desarrollo pionero a principio del siglo XX de una agricultura que aprovechaba las excelentes condiciones climáticas para el desarrollo de una agricultura especializada en frutos hortícolas extratempranos.
Actualmente
En estos días otra DANA sacude el sur y el este peninsular. Balanegra, la cercana localidad de Almería ha sufrido una riada histórica. Cuando escribo estas líneas Málaga está inundada y persiste la alerta roja. Granada está en alerta amarilla y las provincias de Almería, Murcia, Alicante, Valencia, Castellón y las tres litorales catalanas, están en alertas de distinto nivel y están siendo azotadas por el temporal.
Esperemos que no haya ningún resultado catastrófico más.