LAS MONTAÑAS QUE DESEMBOCAN EN EL MAR

Entre las cumbres de Sierra Nevada y el mar Mediterráneo, se erige la Sierra de la Contraviesa, que da cobijo a Polopos-La Mamola, auténtico balcón a la inmensidad del mar.

Un paisaje abrupto atravesado por profundos valles nos da la bienvenida a esta desconocida parte de la costa de Granada. El término municipal de Polopos, se extiende desde los 1546 metros del Cerro de la Salchicha, el punto más alto de la Contraviesa, hasta el nivel del mar, dando lugar a un desnivel muy alto en los apenas 10 kilómetros que separan el cerro del mar.

El característico aislamiento de esta zona le confiere un encanto propio digno de descubrir, donde el viajero puede llenarse de tranquilidad, con el mar siempre a lo lejos y contemplar la autenticidad de unos pueblos que escapan de la Costa Tropical más turística.

Nuestro recorrido comienza en la Torre del Cautor, en lo alto de un promontorio bañado por el mar. Fue mandada construir por el rey Fernando el Católico, como parte del sistema defensivo de la costa del reino de Granada. Su principal función era la de dar la voz de alarma en caso de incursiones de los corsarios turcos y bereberes a las poblaciones cercanas de la Tahá del Gran Zehel, a lo que ayudaba su amplio campo de visión.

Al refugio de la Torre surgió un pueblo costero que, en la actualidad, es el principal núcleo de población del municipio: La Mamola.

Otro ejemplo de arquitectura militar lo podemos contemplar en el emblemático Hornabeque de Castillo de Baños.

Torre del Cautor (La Mamola)
Castillo de Baños y Castell de Ferro desde la Torre del Cautor
Hornabeque de Castillo de Baños: Vista del parapeto y troneras de la cara norte que defienden la entrada

Con su característica forma de herradura o pezuña (similar al que existe en la playa del Tesorillo de Almuñécar), también sirvió para la defensa del litoral en caso de ataque. Su uso defensivo ha perdurado hasta 1970, cuando sirvió como casa cuartel de la Guardia Civil. Actualmente, se encuentra rehabilitado y se puede visitar de forma guiada.

nos adentramos en la Contraviesa para subir hasta la población de Polopos…. la primavera tiñe de verde los barrancos poloperos, siendo esta la época ideal para visitar la zona

Polopos

Nos adentramos en la Contraviesa para subir hasta la población de Polopos. Aquí, la cercanía a la Alpujarra y la influencia del mar se unen para dar lugar a un entorno único, donde las casas blancas, las laderas pobladas de almendros y vides y el mar de fondo, modelan un paisaje que sorprende por su belleza desconocida. La primavera tiñe de verde los barrancos poloperos, siendo esta la época ideal para visitar la zona.

Polopos debe su nombre al latín ‹‹populus››, que significa chopo o álamo. El centro de la localidad está presidido por la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario del siglo XVIII, construida sobre la antigua mezquita de la población. Junto a ella, encontramos el antiguo edificio consistorial, en cuya fachada se encuentra colocada una placa que cuenta uno de los hechos más curiosos de la historia de este municipio. Y es que el 19 de diciembre de 1988 se realizó aquí la última llamada de teléfono a través de una centralita manual en España, culminando el proceso de automatización de la línea telefónica en uno de los lugares más recónditos de nuestro país.

Polopos también puede presumir de ser un pueblo acogedor. Casi la mitad de la población del municipio es de origen extranjero, siendo los neerlandeses los que más han hecho por revitalizar un pueblo envejecido e inhóspito.

Todo comenzó en 2019, cuando una pareja de productores holandeses se enamoró de Polopos y decidieron grabar un reality show, donde cinco parejas competían con el objetivo de montar un negocio que diera vida al pueblo.

La pareja ganadora decidió crear una residencia de artistas en el pueblo.

Sin embargo, no solo los ganadores se instalaron en Polopos, sino que todos los concursantes decidieron quedarse a vivir allí, dedicándose a proyectos relacionados con la hostelería, el vino o el turismo rural.

El éxito fue tal que los turistas holandeses comenzaron a llegar en masa, superando algunos días el centenar de visitantes. El sueño de estos productores es convertir el pueblo en un destino de turismo ecológico de lujo, lejos del turismo de masas de la Costa del Sol. Un ejemplo del que aprender sobre cómo dinamizar los pueblos de la Granada vaciada.

nos llamará la atención es el enorme castaño centenario junto a la carretera que, con sus más de trescientos años, es uno de los símbolos naturales de la Alpujarra

No podemos irnos de Polopos sin hacer un alto en el camino en el puerto de montaña del Haza del Lino, uno de los lugares con más encanto de Polopos. A pesar de la carretera plagada de curvas y empinadas pendientes, nos sorprenderá la belleza escondida de este paraje. Lo primero que nos llamará la atención es el enorme castaño centenario junto a la carretera que, con sus más de trescientos años, es uno de los símbolos naturales de la Alpujarra. Su tamaño es tan impresionante que se necesitan unas siete personas para rodearlo con las manos. Sin duda, es una maravilla de la naturaleza que no se puede dejar de ver.

Al llegar a este lugar, sorprende todo lo que nos rodea. Hacia el norte se pueden ver las altas cumbres de Sierra Nevada y la Alpujarra Alta, mientras que hacia el sur se contempla el mar Mediterráneo, y en días despejados, los perfiles montañosos del continente africano.

Haza del Lino (Polopos)

El Haza del Lino ha sido históricamente un cruce de caminos, conectando los pueblos del Guadalfeo y la Alpujarra Alta con los de la costa, atravesando paisajes llenos de higueras, almendros, viñedos y alcornoques. De hecho, en esta zona se encuentra el último alcornocal de la Alpujarra, considerado el más alto del mundo y el más meridional de Europa.

Viñedos de la Contraviesa con el pico Mulhacén al fondo

Este paraje también es famoso por su antigua venta, ahora transformada en restaurante especializado en comida tradicional alpujarreña, y más recientemente, en una bodega. En la bodega Haza del Lino, Francisco Carrión produce vinos ecológicos de sus propias vides, cultivadas en viñedos situados entre los 1.150 y 1.400 metros de altitud, en laderas empinadas que bajan hasta la costa. Estos viñedos son de los más altos de Europa. La viticultura de esta zona tiene más de dos mil años de tradición y los enólogos destacan que su suelo y ubicación son ideales para la producción de vinos de gran calidad.

En el Haza del Lino también puedes disfrutar de un recorrido enoturístico a través de las bodegas de la Contraviesa, parte de la Ruta del Vino de la Diputación de Granada. Esta ruta incluye bodegas que pertenecen a la Denominación de Origen de Granada Subzona Contraviesa-Alpujarra y a la Indicación Geográfica Protegida Cumbres del Guadalfeo. Muchas bodegas, como la de Haza del Lino, ofrecen visitas guiadas y catas, y también se pueden descubrir pequeños lagares familiares donde se produce vino para consumo local.

La cultura vitivinícola sigue siendo una tradición arraigada en esta sierra granadina.

Polopos-La Mamola brinda todos los atractivos típicos de un pueblo que combina con encanto sierra y mar. Una belleza desconocida que merece la pena disfrutar, con la tranquilidad y la paz que solo este sitio es capaz ofrecer.

Un rincón escondido de Granada donde las montañas se funden con el mar.

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Picture of Juan Ignacio Escribano Torres

Juan Ignacio Escribano Torres

(Granada, 1997). Es graduado en Derecho y Ciencias Políticas y de la Administración por la Universidad de Granada (2021). Actualmente es funcionario del Cuerpo de Administradores Generales de la Junta de Andalucía. Es miembro de la asociación Sociedad Civil Juntos por Granada.

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