HORIZONTE GARNATA APOYA A LA PLATAFORMA EN DEFENSA DE LA VEGA EN SU PRESENTACIÓN A LA JUNTA DE UN DECÁLOGO DE MEDIDAS NECESARIAS PARA LA IMPLANTACION DE LOS PROYECTOS DE ENERGÍAS RENOVABLES.
Renovables
Es imposible nadar contra corriente cuando hablamos de la migración necesaria a fuentes de energía alternativas a las fósiles. La degradación medioambiental como consecuencia de un modelo agresivo es evidente. Pero, como hemos señalado desde esta revista, el despliegue de nuevas energías alternativas no puede olvidar su razón de ser: el respeto al medio y su capacidad para ser compatibles con su desarrollo en el tiempo. Estamos aprendiendo a marchas forzadas que fuentes alternativas no son sinónimo de sostenibles, ese manoseado adjetivo que se usa sistemáticamente por aquellos decisores e inversores que solo ven de forma miope el retorno económico a corto plazo.
Asistimos a un despliegue que está causando enormes daños en el territorio, alterando su estructura y afectando gravemente a paisaje, biodiversidad, economías locales y suelos, convertidos en eriales yermos e improductivos. Los daños pueden y deben ser minimizados con el soporte del mejor conocimiento de la ciencia y, sobre todo, evitando caer una y otra vez en los errores de la depredación de los espacios no antrópicos o modificados por el ser humano. Las prisas nunca han sido buenas, sobre todo cuando hay que conciliar el beneficio económico con la conservación de nuestro espacio vital.
Nos sumamos, pues, enérgicamente a los planteamientos de la Plataforma en Defensa de la Vega y su Entorno en la presentación a la Junta de un decálogo de propuestas para los proyectos de energía renovables, con el objetivo de frenar la política que impulsa «energías renovables insostenibles basadas en la especulación».
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