ALTISSIMUM OPUS. EL CRISTO DE SAN AGUSTÍN

EL PRIMERO DE LOS REYES DE NUESTRO PÓQUER CRUCÍFERO, SE VENERA EN EL TEMPLO SEDE DE SU HERMANDAD PENITENCIAL, EN PLENO CENTRO DE GRANADA. LA CONTEMPLACIÓN DEL SANTO CRUCIFICO DEL INDACO ES SIEMPRE UN DELEITE PARA LOS SENTIDOS Y LA DEVOCIÓN CRISTIANA

CÉSAR GIRÓN

De GH

En la granadina calle de San Antón se encuentra el convento del Santo Ángel Custodio que, establecido aquí desde 1941, fundara a principios del siglo XVII la orden franciscana en el Realejo en una casa del jurado Francisco Prados. 

El Cristo de San Agustín, es obra de Jacobo Torni «el Florentino» conocido también como «El Indaco», quien a principios del siglo XVI recalara en nuestra ciudad atraído por la actividad cultural que en ella se vivía en aquellos momentos. Al parecer, según las investigaciones que sobre tan magna obra escultórica se efectuaron por los historiadores del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, cuando se acometió su restauración en el año 1995, la imagen pudo no haber sido realizada en Granada siendo más probable que el autor la trajera consigo desde Italia como prueba de su pericia artística, siendo adquirida posteriormente por la congregación agustina, quedándose definitivamente la imagen en Granada para «honra y protección de la ciudad». Distintos datos científicos avalan esta notable hipótesis, como la madera empleada para su talla o las técnicas empleadas para tratarla, entre otras.

Un poco de historia

Diferentes circunstancias históricas hicieron que la institución sufriera varios traslados dentro de la ciudad que le llevaron al Albaicín y al primitivo convento del Santo Ángel, situado en el mismo lugar que ocupa el Banco de España en la Gran Vía, y finalmente, a su sede actual en el barrio de San Antón.

En su interior se conservan notabilísimas obras de nuestro arte sacro, como el maravilloso ángel de Alonso Cano que realizado en mármol blanco lucía en la fachada del antiguo convento, el «Cristo de los Amores» de José Risueño —restaurado entre 1998 y 1999 en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico—, y otras muchas obras destacables. Sin embargo, de entre todas las allí existentes, destaca por su notable importancia el Santo Crucifijo de San Agustín, así llamado por su vinculación a la orden agustina, por lo que popularmente es conocido como el Cristo de San Agustín, que, con gran peregrinación de gentes, presidía el altar derecho del crucero de la iglesia del convento de agustinos calzados hasta que éste desapareciera tras la exclaustración. 

La devoción de los granadinos por esta imagen hizo que en el año 1680 se constituyera una hermandad de penitencia con el fin de propagar su culto. La hermandad ha llegado hasta nuestros días sin interrupción y disciplina en la noche del Lunes Santo, sumida en el más profundo silencio y recogimiento. El desfile penitencial de la hermandad de San Agustín y sus titulares, en la noche del Lunes Santo, va precedido por la figura del muñidor, que avisa de la próxima llegada del Santo Protector de la ciudad de Granada y del obligado respeto a su tránsito. 

Altissimum opus

El Santo Crucifijo fue concebido como imagen aislada y tributaria, aunque ha sido discutido por algunos estudiosos, si se atiende al posible origen italiano de la obra, del culto castellano al Cristo de Burgos. Esta vinculación demostraría no sólo su historia ligada a la orden agustina ancestralmente devota del crucificado burgalés, sino también por como se muestra, a pesar de ser una talla íntegra. Su apariencia iconográfica devocional, vestido con un sudario a modo de faldellín, en vez de con sudario tallado, lo favorece y testimonia. Como acabamos de decir, es una imagen íntegramente esculpida y modelada con correctísimas formas anatómico-artísticas, lo que se aprecia sensiblemente en su torso, músculos, tendones y huesos, en una concepción muy dramática pero dotada a su vez de una serenidad más propia del gusto clásico que del hispano. En la escultura destaca su cabeza, vigorosamente inclinada a la derecha y el gesto del rostro en el instante antes de la expiración; una cabellera de hilos de seda tocada con una corona y un nimbo de plata, culminan tan magna escultura del Renacimiento. Toda la obra es de una inigualable compostura y de una elegancia severa de notable sensibilidad, siendo el Santo Cristo por derecho propio, culmen expresivo de la imaginería procesional de España.

Su histórica restauración

La imagen del Santo Cristo de San Agustín fue restaurada por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, por manos del magnífico restaurador Enrique Gutiérrez Carrasquilla, quien ha contado con la asistencia de todos los técnicos de esta importantísima institución cultural andaluza. Tras las tareas de restauración que duraron diez meses, la imagen fue expuesta durante los días 8 y 9 de marzo de 1997 en la Capilla de Afuera del Conjunto Monumental de la Cartuja de Santa María de las Cuevas de Sevilla, junto al Cristo de Burgos de la ciudad Hispalense, también restaurado por el Instituto. 

Trasladado a Granada, fue expuesto para visita de todos los granadinos, entre el 12 y el 16 del mismo mes en la Capilla Real, siendo acompañada su presentación al pueblo de Granada, de varios actos científicos, religiosos y cofrades realizados para dar a conocer la dimensión de la obra, de la intervención en ella realizada y en acción de gracias por el buen resultado de la misma. 

A las ocho y media de la tarde del domingo 16 de marzo la imagen del Cristo de San Agustín fue trasladada a su templo sede del Ángel Custodio, seguida de una gran multitud que desfiló durante todo el recorrido sumida en un gran silencio. Momento verdaderamente emotivo del traslado fue el de la entrada a la iglesia del Santo Ángel cuando pudieron oírse al unísono los toques del muñidor, de las campanas del convento y de la lejana Campana de la Vela, que al toque de ánimas, sonó durante todo el recorrido. 

El Santo Cristo aparece sobre una Cruz cuadrada con cartelas realizadas en plata, obra maestra de la orfebrería religiosa del siglo XVIII, al igual que los clavos que lo sujetan a la misma. Una cruz magistralmente labrada con cartelas de plata que ha sido recuperada en su integridad este año 2023. Las piezas que faltaban, que permitirán exponer el crucificado con mayor elevación en las calles y en su presentación devocional, fueron robadas hace años, en un lamentable episodio vivido por la hermandad, que han sido realizadas por el orfebre Alberto Quirós.

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César Girón

César Girón es granadino, nacido y criado en el Paseo de los Tristes, a los pies de la Alhambra. Se licenció en Derecho en la Universidad de Granada, donde tiene previsto doctorarse en breve con la tesis Aspectos administrativos de una nueva organización territorial del estado de las autonomías.

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