En el Hospital Real de Granada se exhibe la exposición “Barro. La cerámica en el patrimonio de la Universidad de Granada”. El espectador podrá adentrarse en los procesos de producción y diseño de las diferentes piezas; desde la cantera, al oficio y las técnicas, las formas, colores, tipologías y usos, a la creación contemporánea.
La Sala de la Capilla, en el Hospital Real, exhibe desde el 22 de abril, y hasta el próximo 13 de septiembre la exposición “Barro. La cerámica en el patrimonio de la Universidad de Granada”, organizada por el Vicerrectorado de Extensión Universitaria, Patrimonio y Relaciones Institucionales.
Los comisarios de la exposición son María Luisa Bellido, directora de Patrimonio de la Universidad de Granada (UGR), Elena Sánchez y Hermógenes Ruiz.
Horizonte Garnata (HG) ha podido hablar con Hermógenes Ruiz Ruiz, profesor de Geografía e Historia y muy vinculado al Instituto Padre Suárez, del que ha sido vicedirector.
Hermógenes Ruiz
¿Podría contarnos en qué consiste la muestra?
Como gran parte de la ciudadanía sabe, la UGR posee un extraordinario, diverso y rico patrimonio; pero el que ahora exhibe en la Sala de la Capilla, en el Hospital Real, para mí es uno de los más especiales porque muestra parte de la colección de cerámica que atesora, con una variedad de piezas que se ubican entre el tercer milenio antes de Cristo y nuestros días.
¿Dónde reside a su juicio la importancia de la misma?
En que gran parte de la exposición, gracias a la donación que en el año 2021 realizaron los Hermanos Morales Jiménez (Hijos de Agustín Morales Alguacil), muestra elementos esenciales de la Cerámica Granadina; ya que este legado, de las Fábricas de Cerámica y Azulejos San Isidro, permite al visitante adentrarse en la fascinante complejidad de la producción y la belleza de esta gran variedad de piezas tan enraizadas en el ADN de toda la Región de Granada.
¿Qué va a encontrar el visitante, es decir cómo se ha organizado el recorrido?
En ella el espectador se introducirá en este mundo tan seductor, como desconocido, a través de cuatro secciones que le permitirá adentrarse en los procesos de producción y diseño de las diferentes piezas; desde la cantera, al oficio y las técnicas, las formas, colores, tipologías y usos, a la creación contemporánea, finalizando con una selección bibliográfica.
¿Cuáles son, en su opinión, las piezas que no podemos perdernos?
Creo que hay que gozar de todas, ya sea por sus cronologías, sus formas, o diversidad de técnicas y diseños; aunque sin duda, tengo que destacar las del legado de las Fábricas de Cerámica y Azulejos San Isidro. A través de ellas se muestran los aspectos sustanciales de la Cerámica Granadina; permitiendo al visitante adentrarse en esta fascinante producción, su complejidad técnica, junto a su particular estética.
Sin olvidarnos de las piezas arqueológicas de la UGR, tan variadas e interesantes. O las contemporáneas; por lo que suponen de novedoso, como propuestas estéticas que también utilizan la cerámica como elemento de expresión artística.
¿Podría explicarnos la vinculación de Granada con la cerámica?
Tanto si nos referimos a la ciudad de Granada, como a los territorios de su Reino junto a los de su Región histórica, tenemos que establecer un hilo temporal desde el Neolítico a nuestros días. De hecho, en BARRO, podemos admirar un cuenco del Calcolítico Pleno (3.000-2.500 a. C.), tinajas íberas (ss. III-I a. C.), pesas de telar romanas (ss. I a. -C. – III d. C.), un candil de piquera de época medieval (ss. X-XII), u otras de Manises, Teruel o Úbeda Siglo XX).
Aunque el conjunto más relevante muestra un importante número de piezas de Cerámica Granadina, realizadas en diferentes técnicas, fechadas entre los siglos XVI y XX, junto a piezas actuales que forman parte de la Colección de Arte Contemporáneo de la UGR.
Todo ello, junto a diversos materiales, instrumentos, fotografías y vídeos que contribuyen a descifrar la complejidad de todo el proceso técnico y creativo, desde la cantera al producto final, que conlleva cualquier pieza cerámica.
¿Cree que está garantizada la supervivencia de esta con los actuales ceramistas?
Si se refiere a la Cerámica Granadina estoy convencido que, no sin dificultades, tiene un futuro prometedor; no podemos olvidar la producción de fábricas que están trabajando actualmente, como Los Arrayanes (Atarfe), Blas Casares (Monachil), o Fundación Fajalauza (Granada), por nombrar algunas.
Aunque no debemos olvidar esa producción de siglos anteriores que fue elaborada en talleres ubicados en diversas zonas de la ciudad de Granada, como el barrio de San Lázaro, la carretera de Jaén, la calle Real de Cartuja, el camino de San Antonio, la calle San Luis, el callejón de Lebrija, o cerca del Arco de Fajalauza; cuyas piezas aún guardan con amor muchas familias (lebrillos, fuentes semillanas, jarros de vinagre, orzas, etc.), desde Cabo de Gata a Ronda, desde Cazorla a La Axarquía, o desde Priego de Córdoba a Los Vélez de Almería.
“… y nacimos de barro, y nacimos de río, y
Nacimos de hogueras y de una brisa helada …”
Antonio Carvajal. “El cantarillo”. Tigres en el jardín, 1968.
- Para saber más:
- Ruiz Ruiz, Hermógenes. 1992: Aspectos Biográficos y Currículum Artístico, en La Obra de Agustín Morales Alguacil. Exposición Retrospectiva. Granada, Museo Arqueológico y Etnológico.
- Morales Jiménez, A., Ruiz Ruiz, H. 2001: Agustín Morales Alguacil y la cerámica granadina en el siglo XX, Narria Nºs. 93-96, 31-39. Madrid, Universidad Autónoma de Madrid.
- Ruiz Ruiz, H. 2001: La Cerámica Granadina en los Siglos XVII y XVIII. En Cerámica Granadina. Siglos XVI-XX, 117-160. Granada, Fundación Rodríguez-Acosta, Caja General de Ahorros de Granada y Fundación Cruzcampo.
- Ruiz Ruiz, H., 2003: BARRO, un material para la escultura. Exposición Colectiva. Granada, Centro Cultural Gran Capitán.
- Ruiz Ruiz, H., 2010: Biografía Artística, Agustín Morales Jiménez, en Agustín Morales Jiménez Antología Estética. 20-25. Granada, Fundación Caja Rural de Granada.
- Ruiz Ruiz, H., 2024: Transformando el barro, en BARRO, La cerámica en el patrimonio de la Universidad de Granada, 24-30. Granada, UGR.
