FUE PEDRO MACHUCA, QUE SE VENÍA DE ITALIA, EL PENSADOR DE LA FUTURA CIUDAD CENTRAL DEL IMPERIO: LA GRANADA CAROLINA. PALACIOS, MONUMENTOS, INICIATIVAS E INSTITUCIONES FLORECIERON EN LA CIUDAD.
Tan dilatado séquito pretendió instalarse en las casas reales de la Alhambra, espacio poco acondicionado para tal menester, de modo que el emperador lo hizo definitivamente en el alcázar árabe, en las habitaciones que se habían habilitado para su servicio desde un año antes por el Marqués de Mondéjar, mientras la emperatriz, no teniendo alojamiento adecuado, hubo de hospedarse más cómodamente en el monasterio de San Jerónimo.
Maravillado por la belleza y el simbolismo de la ciudad que contemplaba, nació en Carlos V el deseo ciertamente manifestado de hacer de Granada el lugar de su residencia y la capitalidad del nuevo imperio por él fundado; hacer de la antigua ciudad nazarí, el bastión del mundo, sirviendo así, además, al propósito de unidad de su dispar estado sobre la base de la defensa del catolicismo frente a los herejes, y dado que en Granada potencialmente los había, sentar un ejemplo práctico.
maravillado por la belleza y el simbolismo de la ciudad que contemplaba, nació en Carlos V el deseo ciertamente manifestado de hacer de Granada el lugar de su residencia y la capitalidad del nuevo imperio
Los prolegómenos
En la ejecución de esta idea quizá lo primero fue para Carlos V, incómodo en las antiguas dependencias de los sultanes nazaríes, inservibles para el estilo de vida de una corte de la moderna Europa, proyectar la construcción de un palacio, debidamente acondicionado y que como poco soslayase el rigor del frío invierno granadino.
El palacio de Carlos V se encargaría a uno de aquellos cortesanos llegados con su venida, Pedro Machuca, arquitecto formado en Italia, considerado después uno de las cuatro águilas del renacimiento español, por aquellos días sirviente como escudero de D. Diego Hurtado de Mendoza. Y adláteres a esta magna obra serian otras como la Puerta de las Granadas o el Pilar de Carlos V, también situados en la colina áulica de la Sabika.
La Granada carolina
Se inició así la construcción de la Granada del emperador Carlos, la concepción de la Granada del renacimiento, la ciudad carolina. Se colocaba este primer pilar de la ciudad pensada por el monarca como una de sus residencias: El palacio de Carlos V, el pilar del mismo nombre, la puerta de las Granadas, la Iglesia Imperial del apóstol San Matías, la Capilla Real de los Santos Juanes, la Catedral, el Hospital Real, la Universidad -Curia Eclesiástica-, se impulsó la conclusión por parte de la Duquesa de Sessa del Monasterio de San Jerónimo y se dotó convenientemente la construcción del edificio de la Real Chancillería, el más destacado símbolo del poder regio en la tierra.
Otras construcciones e instituciones
También se fueron incrustando paulatinamente en el paisaje urbano de la ciudad y en la historia de Granada, construcciones hoy desaparecidas como el Pozo Ayrón, realizado para aliviar los temblores de tierra que sacudían Granada en los días de la presencia de la Corte en la ciudad y que tanto atemorizaban a la emperatriz, y sucesos, como la pérdida que sufrió el emperador en un bosque de los que rodeaban a Granada cuando corría a la caza de un jabalí, o la conversación que Andrea Navagiero mantuvo con Garcilaso de la Vega en los jardines del Generalife, tan determinante para las letras españolas y por cuya virtud se adoptó el soneto en la métrica hispana. Así lo relata una lápida bellísima colocada entre el jardín del Ciprés de la Sultana y la escalera del Agua.
