LA FAMILIA MORA CONSTITUYE UNA DE LAS SAGAS MÁS IMPORTANTES DE LA ESCULTURA GRANADINA EN LOS SIGLOS XVII Y XVIII. ESTE LINAJE ARTÍSTICO DEJÓ UN LEGADO DE OBRAS MAESTRAS QUE ENRIQUECEN EL PATRIMONIO CULTURAL DE GRANADA Y DE ESPAÑA.
Liderados por el patriarca Bernardo Francisco de Mora, los Mora no solo crearon piezas destacadas, sino que también transmitieron su talento y su maestría a las siguientes generaciones, consolidando un estilo propio que marcó la imaginería de su época.
El Fundador del Legado
Bernardo Francisco de Mora (1614–1684) fue el pilar de la saga. Nacido en Granada, se formó en el ambiente artístico de la ciudad y fue influenciado por las corrientes estilísticas del barroco temprano. Su obra se caracteriza por la elegancia y el realismo, con un enfoque especial en la expresión emocional de las figuras religiosas. Destacan entre sus creaciones los retablos y esculturas de devoción que todavía hoy se veneran en iglesias y conventos granadinos.
nacido en Granada, se formó en el ambiente artístico de la ciudad y fue influenciado por las corrientes estilísticas del barroco temprano
Bernardo no solo fue un escultor excepcional, sino también un maestro que se preocupó por formar a una nueva generación de artistas. Enseñó a sus hijos José, Bernardo y Diego de Mora, quienes continuaron su legado, así como a su sobrino, perpetuando la tradición familiar.
Herederos del Arte
Los hijos de Bernardo Francisco fueron sus herederos artísticos, además de otros miembros de su familia como su sobrino, Diego.
José de Mora (1642–1724) fue el más reconocido de los hijos de Bernardo. Su estilo maduró bajo la influencia de su padre y de Alonso Cano, lo que le permitió desarrollar un lenguaje propio, marcado por el dramatismo y la espiritualidad. Entre sus obras más icónicas se encuentran las imágenes de la Virgen Dolorosa y los Cristos de pasión, que se caracterizan por su profundo realismo y capacidad de conmover al espectador.
José de Mora fue el más reconocido de los hijos de Bernardo. Su estilo maduró bajo la influencia de su padre y de Alonso Cano
Bernardo de Mora (hijo) siguió la senda paterna, especializándose en el arte del retablo. Aunque su obra es menos conocida que la de José, contribuyó significativamente a la consolidación del taller familiar
Diego de Mora completó la tríada de hermanos escultores, destacándose en el ámbito de la imaginería religiosa, al que dedicamos artículo aparte, destacó por sus excelsas creaciones del Nazareno. En 2029 se cumplirá el tercer centenario de su muerte, que esperemos sea celebrado como se merece.
La Influencia del Sobrino
El sobrino de Bernardo Francisco de Mora, Diego, cuyo nombre es menos conocido, también fue formado en el taller familiar. Aunque no alcanzó la fama de sus primos o su tío, su participación en la escuela de los Mora asegura la transmisión de las técnicas y el estilo que definieron a esta saga.
la familia Mora no solo destacó por su habilidad técnica, sino también por su capacidad de formar a otros artistas
Legado y Significado
La obra de los Mora, con su combinación de devoción religiosa y excelencia técnica, se encuentra entre las más representativas del barroco granadino. Sus esculturas, impregnadas de un profundo sentido espiritual, siguen siendo objeto de admiración y estudio. Iglesias como la Catedral de Granada, la Cartuja y muchas otras albergan piezas de esta familia, convirtiéndose en guardianas de un legado artístico inigualable.
La familia Mora no solo destacó por su habilidad técnica, sino también por su capacidad de formar a otros artistas, consolidando a Granada como un centro de producción escultórica en la España barroca. La saga de los Mora es, sin duda, un pilar fundamental del patrimonio cultural de la ciudad y un ejemplo de cómo el arte puede trascender generaciones para convertirse en historia viva.
Un comentario
Interesante historia de la familia Mora, dedicada a la escultura. Noble arte de dificil ejecución.