LA VISIÓN DE LA ANDALUCÍA QUE LOS POLÍTICOS NOS VENDEN ES LA EMOCIONAL… QUE NO SE CORRESPONDE CON LA FRÍA MIRADA DE LOS NÚMEROS, ESPECIALMENTE SI SE COMPARAN CON OTRAS AUTONOMÍAS.
Hace ya años los publicistas se inventaron la forma de demostrar que una superficie no estaba del todo limpia y reluciente para promocionar sus productos. ¿Se acuerdan de la frase “el algodón no engaña…”? Asimismo, los políticos usan los datos estadísticos para demostrar lo que les interesa demostrar… pero afortunadamente, a similitud de la frase publicitaria, podemos afirmar que “Los números no engañan”.
La gran mayoría de datos estadísticos de distintos sectores, ya sean económicos, sociales, tecnológicos, etc. referidos a esta Andalucía Fake, nos revelan que se mantiene un deterioro o estancamiento en temas cruciales para sus habitantes (paro, sanidad, pobreza, etc).
Aunque nos quieran dar la visión estadística que se evoluciona positivamente en determinados casos, lo cierto es que si comparamos esta evolución con lo que sucede en el resto de autonomías (que también mejoran sus datos) observamos que, en general, nos mantenemos en el furgón de cola de un tren autonómico estatal.
Vamos en un tren precario, sin un rumbo claro, en unas vías con un ancho inadecuado y que, como el mal llamado AVE a Granada, circula a una velocidad ridícula debido a un mal diseño de su trazado por un supuesto ahorro de costes (que ahora puede que se tripliquen…).
Observando los datos como la Tasa de Paro, el PIB por habitante, la Tasa de Riesgo de Pobreza… los que afectan al sistema sanitario, como número de médicos o personal de enfermería, educación social o progreso tecnológico, podemos darnos cuenta que el avance que siempre citan los políticos es un avance mínimo que conduce, muy a nuestro pesar, a una realidad económica y social… una realidad donde “Los números no engañan”.