NO HAY NADA MÁS TENTADOR PARA LOS POLÍTICOS DE PROFESIÓN Y PARA LOS ANDAMIAJES ORGÁNICOS QUE LOS SUSTENTAN, QUE UTILIZAR EN SU FAVOR LOS RECURSOS PÚBLICOS CUANDO SE APROXIMAN LAS ELECCIONES, EN PLENA CAMPAÑA ELECTORAL.
Lola Ríos
De JxG
“Con buena talega bien se viaja”, como dice el viejo aforismo castellano; y habría que añadir, “y aún mejor cuando el peculio lo aporta otro”. Y ello es lo que sucede con el empleo, desmesurado y abusivo, rayano en el borde de la legalidad, que la candidata de la Junta de Andalucía, porque realmente eso es lo que es, ha efectuado a lo largo de su período de designación y precampaña para promocionarse.
No ha dudado el equipo de la exconsejera-alcaldable —que ha sido todo a la vez—, y ahora parlamentaria-alcaldable —porque lo sigue siendo—, en emplear la fuerza de los medios y recursos públicos para darse a conocer y atribuirse como propios los logros que no son suyos y que realmente no la jalonan.
Carro ganador
Dice un estudio de LEQR (La España que reúne)
“que, a la hora de guiarnos por las encuestas de intención de voto, el optimismo y las expectativas son factores determinantes para emitir nuestra intención. Por ejemplo, si un partido consigue generar un entorno favorable hacia sus posibilidades, se activa el efecto carro ganador, mientras que, si parece que tiene pocas posibilidades, las pocas que tienen acaban por diluirse.
Así que la batalla por el relato en mayo será preelectoral, pero también y con más ahínco si cabe, poselectoral. Ni los sondeos, ni los barómetros ostentan la capacidad de anticipar quién ganará en los respectivos feudos, aunque sí permiten tomar el pulso del electorado en un momento determinado”.
Medios públicos
Observando los principales servicios de datos referenciados por los medios de comunicación, las casas encuestadoras apuntan a un retroceso de la izquierda en todo el país —aquí en Granada podría no ser así—.
A pesar de esta lectura general, las próximas semanas van a ser decisivas para intentar mantener las actuales posiciones a través de un uso intensivo de actos públicos financiados con las arcas municipales y autonómicas —excesivo en Granada—.
La falta de imparcialidad de los gobernantes que aspiran a ser elegidos usando el logo de la administración en que gobiernan, es una asignatura pendiente en nuestro país.
La falta de imparcialidad de los gobernantes que aspiran a ser elegidos usando el logo de la administración en que gobiernan, es una asignatura pendiente en nuestro país. Más allá de algunos intentos por parte de la Junta Electoral Central (por ejemplo, con el presidente Sánchez en La Moncloa en las Elecciones anteriores), es un ámbito en el que apenas se ha avanzado.
Planes A y B
Más cercanamente, esta falta de imparcialidad y de empleo desmedido de lo público en beneficio propio, se ha mostrado de manera desmesurada en estos días para la promoción de la alcaldable del Partido Popular para Granada, con apoyos junteros y origen castellano, Marifrán Carazo.
Sólo gracias a ellos parece que pueda lograr la vallisoletana, el buen fin personal de su Plan A, que es el de alcanzar la alcaldía granadina, algo que más cerca de las elecciones se presenta como más lejano. Tal empleo, así habría respondido, y de hecho así es opinable, a la falta de conocimiento de la vallisoletana, por los granadinos. Marifrán Carazo, fue, es y sigue siendo una gran desconocida, que solo es capaz de poner sobre la mesa el efecto “Juanma Moreno”… porque sin él, entiendo que poco puede vender y prosperar electoralmente.
Pero he aquí la cuestión: ¿qué hacer ante la situación de Plan A fallido? Es fácil de adivinar —lo dicen también sus próximos—, que el empleo de medios públicos lleve a la candidata popular a activar el Plan B, que no es otro que abandonar el acta de concejal en el Ayuntamiento de Granada y permanecer en el Parlamento de Andalucía en espera de mejores destinos. Es decir, una salida C: como el senado o cualquier otra canonjía política.
Y es que, como dicen los suyos, y parece, Marifrán no quería ser candidata a la alcaldía de Granada…
