GRANADINA, CATEDRÁTICO DE DERECHO ADMINISTRATIVO DE LA UGR, MUCHOS AÑOS MAGISTRADO EN LA SALA DE LO CONTENCIOSO DEL TSJA DE GRANADA Y MIEMBRO DE JXG, ENTRE OTRAS COSAS.
Con usted inauguramos una nueva sección de Horizonte Garnata. ¿Qué le parece?
A mí muy bien. Acojo la propuesta con simpatía. También con responsabilidad.
¿Por qué se ha decidido a hacer la performance en la que se ha recreado en el escudo de la bandera andaluza?
Porque me parece una forma llamativa, creativa, transgresora si se quiere, de denunciar la situación de postergación que padece Granada en Andalucía. Una imagen puede ser mucho más potente que la palabra. Cualquier invento ha servido a los impulsores de esta comunidad inventada para justificar un inexistente origen legendario. Eligieron al hércules del escudo del Cádiz, como podrían haber elegido cualquier otra imagen ¿por qué no la mía?
¿Y no teme que la califiquen de irreverente?
No. No debemos respeto ni veneración a Hércules y menos a esa imagen inventada. No.
¿Cómo cree que le ha ido a Granada en esta Andalucía de 1980?
A la vista está. Las injusticias y postergaciones de Granada en Andalucía son hechos objetivos que se han cometido y se siguen cometiendo con nuestra tierra desde que hace 42 años la convirtieron ilegalmente en provincia periférica de Andalucía. La lista de agravios a Granada es interminable. De hecho, continúan día a día.
¿Cómo piensa que le habría ido de no haberse efectuado su agregación a la actual autonomía andaluza?
Evidentemente mucho mejor, sólo hay que mirar a las comunidades autónomas uniprovinciales de Murcia, Madrid, Asturias, Cantabria, Navarra o La Rioja para comprobar que su prosperidad contrasta con la paupérrima situación de Granada. Podríamos habernos constituido en comunidad autónoma, como territorio histórico con indiscutible legitimidad, bastante más que las autonomías que acabo de nombrar. Más que Andalucía, y tanta como Aragón, Castilla o Navarra, por ejemplo. No en vano hemos tenido, y tenemos, entidad territorial autónoma propia durante diez siglos. Nuestra situación sería muy distinta, Granada sería mucho más próspera, no estaríamos en la lamentable situación que sufrimos en Andalucía.
¿Está cerrado el proceso autonómico o es necesario a su juicio una revisión del actual estado de las autonomías que recomponga el panorama actual?
El proceso autonómico no está en absoluto cerrado, lo dijo el Constitucional; y los artículos 143 y 144 de la Constitución Española permiten la creación de nuevas Comunidades Autónomas, no son normas agotadas como algunos pretenden hacernos creer. Algunas autonomías han demostrado, tras más de cuatro décadas, que no funcionan como estructura territorial, y que se han convertido en estructuras centralizadas que sólo favorecen a su capital y zonas de influencia, mientras perjudican a las provincias más periféricas. Castilla y León es más grande que Portugal y Andalucía levemente más pequeña. Precisamente en ambas es donde más problemas plantea la actual estructura autonómica, máxime cuando tanto Granada como León han sido territorios históricos diferenciados, que deberían volver a serlo por la vía que permite nuestra Constitución. En ello estamos. Y en ello estarán cada vez más ciudadanos de Granada.
¿Es posible actualmente que Granada constituyera su propia comunidad autónoma como pretendió en 1979? ¿Es viable?
Absolutamente viable, constitucional, legal y legítimamente, posible. Ya he aludido a los artículos 143 y 144 de la Constitución, y no digamos ya si acudimos a la realidad de lo que pasó con el 28-F de 1980, referéndum fallido y perdido en el que ni tan siquiera pudo refrendarse la autonomía andaluza, que no dudaron en manipularlo, falseándolo, para que saliera adelante la fallida iniciativa autonómica y así tapar su completo fracaso.
¿Se considera una influencer del granadinismo jurídico y militante?
Risas. No lo pretendo, pero más de una vez me han llamado la Mariana Pineda del siglo XXI. Eso deben decidirlo los granadinos… Lo cierto es, que llevo luchando muchos años por Granada y los granadinos desde todos los ámbitos, desde el activismo ideológico y social y también desde la perspectiva jurídica, absolutamente imprescindibles todos ellos para conseguir el avance y el progreso que nuestra tierra se merece y que Andalucía nos niega.
¿Qué cree que opinan los granadinos al respecto?
La sensación que tengo es que ven con agrado mi clara y sincera defensa a ultranza de Granada; defensa que nunca le han procurado los políticos de los partidos tradicionales electos por Granada, que suelen primar sus intereses personales por encima de los de nuestra tierra, y que solo se acuerdan de nosotros cuando se acercan las elecciones. La política debe consistir en un servicio público y no en servirse de lo público.
¿Para cuándo una Granada autónoma?
Espero que para no dentro de mucho tiempo, quiero ser optimista en cuanto al futuro autónomo de nuestra tierra. Ese optimismo es el que me da fuerzas para seguir perseverando por la prosperidad de Granada y los granadinos.