FUERON LOS REYES CATÓLICOS QUIENES EN 1492 ESTABLECIERON LA PRIMERA CAPITANÍA GENERAL DE LA HISTORIA: LA CAPITANÍA DE COSTA DEL REINO DE GRANADA. ÉSTA FUE SUPRIMIDA EN 1893. RESTABLECIDA EN 1943 POR RAZONES PROPIAS DE LA II GUERRA MUNDIAL, PERMANECIÓ EN GRANADA HASTA SU SUPRESIÓN DEFINITIVA EN 1983.
CÉSAR GIRÓN
De Granada Histórica
La Capitanía General de Granada fue la primera de la historia. Fue establecida en 1492 por Isabel I, como reina del Castilla, con el fin de impedir las incursiones de berbería y del turco en la costa y el nuevo reino cristiano de Granada. Fue designado como primer capitán general el Conde de Tendilla, Íñigo López de Mendoza (en la foto). La capitanía estuvo presente en nuestra ciudad durante cuatro siglos, hasta su supresión en 1893.
Siete años
La supresión de la Capitanía General de Granada en 1893 constituyó un auténtico drama social para toda la región. Las voces de protesta no se hicieron esperar con el primer intento de eliminación. La sociedad granadina, literalmente, se había echado a las calles siete años antes, el 24 de noviembre de 1886, protestando con una impresionante manifestación contra el proyecto de reforma del Ministro de la Guerra, el General Castillo, que había sido presentado a las Cortes el 10 de noviembre, en el que se contemplaba una ordenación territorial del ejército que determinaba la supresión de nuestra capitanía. La fuerte contestación logró que el proyecto fuera retirado el 12 de diciembre de aquel año.
Nuevo proyecto.
Sin embargo, en julio de 1893 el proyecto del Ministro de la Guerra, el General López Domínguez, presentado de improviso en el Congreso y que contemplaba la creación de un octavo cuerpo de ejército, no pudo ser detenido y aquel año la capitanía granadina sería suprimida. De nada sirvieron ahora el decidido clamor de las todas las instituciones locales, y de no pocas instancias nacionales y regional-granadinas, que se opusieron a la decisión del gobierno, porque el proyecto fue aprobado y la capitanía trasladada.
Restablecimiento
Cincuenta años duró aquel intervalo de ausencia militar, hasta que en 1943 fuera restituida, por razón del desarrollo de la II Guerra Mundial, dada la muy probable posibilidad de que los aliados desembarcasen en la costa granadina para iniciar la reconquista de Europa, frente a las fuerzas del Eje.
De este modo se volvía a reescribir la historia militar granadina interrumpida sin mucha razón. Se creaba la IXª Región Militar con sede en Granada.
De nuevo adiós
Pero los ataques a la presencia de la institución militar en Granada, sede de la IX región militar volverían a reproducirse, ahora si cabe más, con argumentos baladíes. El 26 de octubre de 1983 se acordó por el Consejo de Ministros la eliminación de la más antigua de las capitanías generales de España, la de Granada, que fue fundada como Capitanía General de la Costa del Reino de Granada por los Reyes Católicos, que ininterrumpidamente estuvo presente en la sociedad granadina entre 1492 y 1893.
En este último año, por razones de reorganización derivadas de la situación colonial y de sostenibilidad, había sido suprimida, en medio de la consternación de la sociedad granadina.
Todas las instituciones, las corporaciones y entidades públicas y privadas protestaron contra dicha decisión, que se materializó con la promesa de que regresaría. Miles de granadinos se lanzaron repetidamente a la calle a impedir el expolio de la, quizá más querida, institución granadina.
Como ya se ha dicho, En 1943 fue restablecida por razón de la posible invasión de Europa por los aliados por la costa de Granada. Estuvo presente hasta 1983 en que se decidió su absorción por la Capitanía General de Sevilla, que sumaba así la IIª y IXª, pasando a denominarse Capitanía General del Estrecho-Andalucía, desapareciendo así definitivamente la Capitanía General de Granada.
Autonomía y centralismo
El advenimiento de la autonomía andaluza entre 1980-1981 supuso el inicio de la concentración política del poder en Sevilla, acompasándose todas las decisiones en pos de la ciudad hispalense. La reordenación militar tal vez era necesaria, pero no del modo que se hizo. Pudo decidirse que la sede de la Capitanía quedase aquí en Granada, pero nuevamente los poderes sevillanistas impusieron lo contrario.
El centralismo en este escabroso asunto, con lo que social y económicamente suponía (traslados de regimientos y unidades, desaparición del hospital militar, centros logísticos, etc.), quitó la Capitanía General a Granada y obtenía un nuevo trofeo decisivo y avanzaba un paso más en la eliminación conceptual de la molesta Granada.
Nuestros dirigentes
El entonces alcalde Antonio Jara Andréu (PSOE) y el Gobernador Civil José Guirao (PSOE), nada dijeron y acataron la decisión, justificándose diciendo que: “los intereses de Estado estaban por encima de cualquier ventaja para la ciudad de Granada” (como si el mantenimiento de la sede en Granada hubiera supuesto un peligro para seguridad nacional…). Solo Gabriel Díaz Berbel, Senador por Granada, se opuso abiertamente contra una decisión injusta que calificó de:
“pérdida moral y económica que perjudicaba a miles de familias, que respondía a la concentración del poder en Sevilla, donde ya se encontraba el poder político de la región, y que ahora acaparará también el poder militar”.