Como todas las buenas ideas la de la implantación de una red de tranvías en Granada tardó en cuajar. Tuvieron que pasar más de dos décadas desde que se hablara de establecer un tranvía remolachero hasta que la madrugada del 7 de julio de 1904 un primer coche eléctrico circulara por las calles de la ciudad.
Los tranvías eléctricos circularon por Granada entre el 7 de julio de 1904 y el 14 de febrero de 1974. Fue una historia que nunca debió haber concluido, pero que fue interrumpida por intereses espurios después de casi 70 años de servicio. Sin embargo, los tranvías nunca desaparecieron de la memoria de los granadinos. Gracias al empuje de algunas entidades como Granada Histórica y la plataforma ciudadana Vía Libre al Tranvía, que desplegaron una insistente campaña durante varios años, se logró el inicio de su reimplantación, con la inauguración del metro el 21 de septiembre de 2017, que hoy sigue en expansión.
La granada remolachera
La primera intención de instalar un tranvía en Granada la encontramos en 1882, concretamente en el día 26 de mayo de 1882. El Defensor de Granada da la noticia y da para mucho. Se trataba de la implantación de un tranvía de tracción animal, debido a que la tracción eléctrica todavía no había sido aplicada, más que de forma experimental, a los medios de transporte. Aquella primera idea aparecía en el diario granadino con el título de “Un tranvía por la vega”. Nunca llegó a instalarse. De haberlo sido, este medio de transporte habría llegado a nuestra ciudad dos décadas antes. La iniciativa que nunca se materializó estaba vinculada a los beneficios de la explotación remolachera.
Tranvías de sangre
Los tranvías de tracción animal, son los que en otras ciudades fueron los populares tranvías de sangre, y de ellos se conservan bellísimos documentos gráficos. Nunca estuvieron presentes en nuestras calles, aunque no es del todo cierto, puesto que los tranvías de tracción animal tuvieron una aparición “experimental” en Granada cuando a mediados de junio de 1904, días antes de la inauguración de la primera línea de tranvías eléctricos, los coches eléctricos aparecieron por nuestras calles para hacer pruebas de carga sobre los raíles siendo tirados por caballerías.
Tranvías de vapor
No quiero olvidar un detalle pintoresco como habría sido ver circular por nuestra ciudad, por la carrera del Darro y hasta la Alhambra, tranvías de vapor. En nuestra ciudad nunca funcionaron. Sí que los hubo en otras ciudades españolas, aunque sí que hubo proyectos muy avanzados y decididos, como el del tranvía de vapor que habría de ascender, a modo de funicular, entre el Albaicín y la Sabika, pretendido por la Edmond Fage y por la compañía de los Tranvías de Granada y Murcia, que pergeñaron una idea que luego retomaría Nicolás Escoriaza y Fabro. Pero lo cierto es, que en Granada, no hubo tranvías de vapor. Sin duda ahora sería muy llamativo ver testimonios de sus paseos por nuestras bellísimas y románticas calles y plazas.
