UNA LEYENDA ES UNA NARRACIÓN POPULAR QUE COMBINA ELEMENTOS DE REALIDAD Y FANTASÍA. SE TRANSMITE DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN Y A MENUDO PRESENTA PERSONAJES HEROICOS, MÍTICOS O SOBRENATURALES, ASÍ COMO EVENTOS EXTRAORDINARIOS O EXPLICACIONES DE FENÓMENOS NATURALES. Y DE ELLO TIENE MUCHO EL ORIGEN DEL NOMBRE DE NUESTRA TIERRA, DE GRANADA
ZARCE JOVELLANOS
DE GRANADA HISTÓRICA
Numerosas son las leyendas transmitidas sobre el origen de Granada y el significado etimológico de su nombre.
El nombre de granada
Leyendas
Una muy antigua atribuye el nombre y la fundación de Granada a una hija de Noé llamada Grana de la que, no obstante, ni su existencia como tal hija del patriarca de la Iglesia, ni su hecho fundador, pueden ser constatados en el libro del Génesis ni en ninguna otra fuente. Así sobre el significado del término «Granada» no han faltado otras explicaciones que, como esta, rayan en el absurdo; por ejemplo aquella que durante algún tiempo —principalmente en el siglo XVIII— proclamaron algunos autores que hacían derivar el nombre de la ciudad de «Gar-Nata», que traducían por «Cueva de Nata», una pretendida caverna
próxima a la ciudad que se quiso identificar con una calesera existente en Sierra Elvira, mientras que otros la señalaban simplemente como una cueva en la ciudad en la que supuestamente viviría Nata, una hija del conde don Julián, cuya existencia, al igual que la de la hija de Noé, tampoco ha podido nunca ser comprobada.
Más tradiciones
No han sido las únicas leyendas que, teniendo como protagonista principal a una mujer, han tratado de explicar el origen del nombre de esta ciudad universal. Menos sonora y menos conocida es aquella otra que ya se apuntara desde antiguo y a la que hace esporádica mención Claudio Sánchez Albornoz en su libro La España Musulmana, que atribuye y deriva el nombre de Granada de Naath, que fuera esposa del rey zirí Habus Ibn Maksan, posición esta del todo inverosímil puesto que, como poco, la existencia constatada de Garnata Al-Yahud antes de la dinastía zirí serviría para echar por tierra esta idea.
El origen hebreo
Otra teoría, verdaderamente influyente en bastantes cronistas y que Arias Montano recoge en alguna de sus obras, es aquella que señala el origen del topónimo en los vocablos «Gar-anat», a los que se atribuye el significado de «Colonia de Peregrinos». El origen se encontraría en la llegada a la península ibérica en el año 136 de nuestra era de una hueste de judíos como resultado del exilio forzoso provocado por el pogromo que tuvo lugar con ocasión de la segunda revuelta judía, protagonizada en Jerusalén por Bar Koziba —sobrenombre de Simón, jefe de los hebreos durante la rebelión ocurrida entre 132 y 135—, motivada por la decisión de Adriano de construir Aelia Capitolina en el emplazamiento de Jerusalén y de prohibir la circuncisión.
Bar Koziba o Barkoquebas llegó incluso a acuñar moneda, pero Julio Severo, mandado por el emperador desde Bretaña, redujo la resistencia judía y encarceló a su jefe en la fortaleza de Bethar, donde murió. El sobrenombre de Bar Koziba, Hijo de la Estrella, tenía un sentido mesiánico y le fue atribuido a Simón presumiblemente por el rabí Aquibá, cuando le reconoció como el Mesías en tiempos del emperador Adriano.
Esta posición hace entroncar directamente el nombre de Granada con el origen de la importante «Villa de los Judíos», siendo esta teoría aceptada por Casiri, que señala: Granata urbs, quam exteri (hebraei scilicet, seu phoenices) Granatam, id est, peregrinorum coloniam, nostrates Hispaniarum Damascum dixere.
Localización
Acaso lo cierto sea que la antigua ciudad romana situada en lo más alto de la colina del Albayzín era llamada Hizn Garnata, cuyo nombre vendría a significar «Castillo o Fortaleza del Granado» y que los árabes llamarían Hizn Román, dado que en su lengua «rumman» es el nombre que recibe la fruta del granado. Para otros autores, como Seco de Lucena,significaría «Castillo del Cristiano»,pues derivaban el término «roman» de «rumi», que significa cristiano en árabe y que, para ellos, constituiría el precedente más directo del nombre de Granada.
La tesis seguida por las principales autoridades en la materia es la que se inclina por dar como etimología correcta de Granada el nombre latino de la fruta del granado, «granata», del que los árabes hicieron derivar el término «Garnata». Por ello puede concluirse válidamente que el nombre de Granada significaría tan solo eso, el nombre de la jugosa fruta típica de nuestra ciudad, hecho que señaló el cronista Al-Maqqari.
Poética y metáfora
En esta línea no han faltado posiciones poéticas y metafóricas que aceptaron ya esta teoría más científica, identificando la validez de esta etimología con la aglomeración de casas de la ciudad que comparaban con el apelmazamiento de los granos de la granada. Pero lo que es del todo indudable, sin perjuicio de la aceptación del significado que acabamos de dar al nombre de Granada, es que la denominación de la ciudad de la Alhambra sigue siendo, en parte, un gran misterio.