LA VENIDA DE CARLOS I A GRANADA SUPUSO LA PRESENCIA EN LA CIUDAD DURANTE VARIOS MESES DE IMPORTANTES HOMBRES Y MUJERES DE SU TIEMPO. PEDRO MÁRTIR DE ANGLERÍA, ANDREA NAVAGGIERO, CASTIGLIONE, CROMACRO, GARCILASO DE LA VEGA, ISABEL DE FREIRE, RUY GÓMEZ DE SILVA O PEDRO MACHUCA FUERON ALGUNOS DE LOS QUE VINIERON Y ALGUNOS SE QUEDARON.
La Corte en Granada
Extendido ya su reino a los territorios americanos y vencedor del rey de Francia Francisco I en la batalla de Pavía en 1525, el emperador decidió trasladar su corte hasta Granada para aliviarse del insoportable calor que, previo al estío, sufría la ciudad del Guadalquivir.
Con ello cumplía el monarca el deseo de visitar la última ciudad conquistada al Islam en la península, pieza clave en la conformación de su vasto reino y de paso visitar Córdoba, Úbeda y Jaén, ciudad desde la que llegaría a principios del mes de junio. La Corte partió para Granada a mediados de mayo y son muchas las cosas interesantes que cuentan las crónicas al respecto.
Adecentando Granada
Para la visita real se preparó la ciudad arreglando caminos, paseos y puentes, en especial en el trayecto hasta Santafé, donde la real comitiva estaría durante cuatro días antes de venir a Granada.
En la ciudad se allanó la plaza Bibarrambla, auténtico corazón y centro de la urbe medieval y el camino que existía entre la puerta del mismo nombre y el morabito de San Sebastián; se repararon la puerta de Guadix, sus adarves y la subida desde ella hasta la Alhambra y el Generalife; se demolió la vieja torre existente junto a la anterior puerta por amenazar ruina y se reparó la de Elvira; se empedraron y pavimentaron las principales calles de la ciudad y numerosos canteros venidos desde Loja y Úbeda acondicionaron los lugares por donde transitaría la real pareja y su Corte.
para la visita real se preparó la ciudad arreglando caminos, paseos y puentes, en especial en el trayecto hasta Santafé, donde la real comitiva estaría durante cuatro días
La ciudad se preparó para ser la residencia del hombre más poderoso del mundo. Así, entre el 4 de junio y finales de diciembre de 1526, tiempo que duró la presencia de Carlos V en la ciudad, Granada fue el lugar desde el que se comandó la política mundial.
Sería el lugar desde donde se abordarían todas las consecuencias surgidas tras el incumplimiento del tratado de Madrid por Francisco I, según el cual debía devolver al legado flamenco y al emperador el Gran Ducado de Borgoña.
En Granada se concentró toda la actividad diplomática de la Europa del momento, coincidiendo entre otros el secretario del monarca francés Francesco Cromacro y luego el nuevo embajador Juan de Cabilmonte; el Nuncio de Su Santidad Baltasar de Castiglione; los embajadores de Inglaterra Edward Lee, de Polonia Juan Dantisco, de Venecia Andrea Navaggiero y los de todos los estados italianos sin excepción.
en Granada se concentró toda la actividad diplomática de la Europa del momento
Junto a tan altos representantes, una pléyade de primeras figuras de las artes, las letras y la política como Garcilaso de la Vega, Juan Boscán, Diego Hurtado de Mendoza, Lucio Marineo Sículo, Juan y Alfonso de Valdés, Antonio de Guevara o Pedro Mártir de Anglería.
Y todos los miembros, allegados y sirvientes de las más nobles familias de España y Portugal, entre los que no debemos olvidar a Isabel de Freire, Ruy Gómez de Silva, que luego sería Príncipe de Éboli, y como no, la viuda de Fernando el Católico, Germana de Foix, que, enviudada de nuevo del Marqués de Brandeburgo, el mismo día que Carlos V lo hiciera con la emperatriz Isabel, casara por vez tercera y al mismo tiempo en Sevilla, con el Duque de Calabria.