Los Guájares reciben su nombre del vocablo árabe Wa-run, que significa abrupto, escarpado, de difícil acceso. Guájar Faragüit, Guájar Fondón y Guájar Alto fueron tres municipios independientes hasta que, en 1973, SE FUSIONARON. HOY DÍA SIGUEN SIENDO DESCONOCIDOS A PESAR DE SU BELLEZA
JOSÉ MANUEL FERNÁNDEZ
Escritor
“Un viajero sabio nunca desprecia un país y mucho menos su lugar de procedencia…”. Toda persona intrépida puede descubrir un mundo fascinante a la vuelta de la esquina y eso fue lo que descubrí en Los Guájares. Situados en la parte septentrional de la Costa Granadina, en la provincia de Granada, limita con los municipios de Albuñuelas, El Valle, El Pinar, Vélez de Benaudalla, Salobreña, Molvízar, Ítrabo, Jete y Lentegí.
Guájar Faragüit, Guájar Fondón y Guájar Alto fueron tres municipios indep endientes hasta que, en 1973, se fusionaron en uno solo llamado Los Guájares, recayendo la capitalidad municipal en el núcleo faragüilero.
Tres pueblos escondidos y casi olvidados, hasta hace muy pocos años que una carretera les abrió al mundo exterior. Por eso conservan mucho de su ancestral pureza entre casas encaladas, flores encendidas, gentes amables y panorámicas de ensueño.
Los Guájares reciben su nombre del vocablo árabe Wa-run, que significa abrupto, escarpado, de difícil acceso. Faragüit, por otro lado, quiere decir jardín escondido; allí están la cabecera del municipio y el Ayuntamiento, y se sitúa por encima de Fondón y por debajo de Guájar Alto.
Histórico lugar
El río de la Toba, es también llamado de la Sangre por las batallas que tuvieron lugar en sus orillas entre moros y cristianos, en la sublevación de las Alpujarras. Sus primeros pobladores parece que fueron almohades que vivían en alquerías, donde hoy están los cortijos de la Bernardilla y Guájar la Vieja, y dependían jurisdiccionalmente del núcleo Motril-Salobreña en torno al río Guadalfeo.
La represión contra los moriscos, a cargo del marqués de Mondéjar, resultó especialmente cruenta en esta zona pues muchos fueron pasados a cuchillo o despeñados por los tajos
Cuando la conquistaron los cristianos, en el siglo XV, se produjo una fragmentación ya que Faragüit fue entregada a Luis de Portocarrero, señor de Palma y Fondón, más tarde, a Juan de Ulloa. La represión contra los moriscos, a cargo del marqués de Mondéjar, resultó especialmente cruenta en esta zona pues muchos fueron pasados a cuchillo o despeñados por los tajos y los demás, expulsados. Más tarde se procedió a la repoblación de los lugares con colonos procedentes de otras regiones.
Lo más destacado de Los Guájares es El Castillejo, poblado fortificado almohade del siglo XIII del que se conservan numerosos elementos que han permitido su estudio.
Estuvo habitado por gente humilde, agricultores y productores de seda, y en el siglo XVI los moriscos hicieron allí una mezquita y como curiosidad os diré que según los arqueólogos que han estudiado este poblado, parece ser que los habitantes desaparecieron de la noche a la mañana sin dejar huella de lo que pasó pues se han hallado restos de comida y utensilios preparados para ser utilizados sin que nadie pueda dar una explicación a la desaparición de sus moradores.
Importantes yacimientos
En Guájar la Vieja hay restos de un poblado con necrópolis y en el llamado Tajo Fuerte, de una fortaleza árabe. Cada núcleo tiene su iglesia parroquial antigua: Fondón, la de San Antonio de Padua, de comienzos del XVII después de que la primera, levantada sobre una mezquita, fuera incendiada por los moriscos para matar a los soldados cristianos que se habían refugiado en ella; en Faragüit la de San Lorenzo, del siglo XVI y estilo mudéjar con retablo barroco; y en Guájar Alto la de Nuestra Señora de la Encarnación, también del siglo XVI pero reconstruida en el XIX tras el terremoto de Alhama y con retablo neogótico. Peculiaridades, los tres núcleos mantienen una clara tipología árabe, y ofrecen multitud de posibilidades para practicar senderismo y disfrutar de la Naturaleza, como el Barranco del Girón o la Poza de Guájar Alto, donde es posible el baño.
Guájar Faragüit en lo alto de Fondón y debajo de Guájar Alto debe el origen de su nombre a su significado “jardín escondido” y eso me pareció cuando lo descubrí. Es un lugar precioso regado por infinidad de acequias y fuentes que recorren sus calles como sangre de vida en un escenario idílico de rincones llenos de macetas con perfumes embriagadores que envuelven al viajero para convertirlo en el protagonista de una apasionante aventura.
Singular gastronomía
Durante una de mis visitas, la entonces alcaldesa de los Guájares, Elvira Ruiz, y persona inquieta y apasionada de su tierra que me fue desgranando calle a calle, rincón a rincón y fuente a fuente, conocí un precioso pueblo del que sus gentes son los protagonistas de lo que es hoy, un enclave privilegiado en el marco turístico de la provincia de Granada.
Su cocina está llena de sabores de la tierra ya sea en uno u en otro pueblo se pueden degustar desde el famoso choto en salsa como embutidos caseros, ollas y pucheros para los inviernos, ensaladas de tomates secados al sol, orejones, migas, remojón típico con naranjas y también se producen rutilantes granadas y otros frutos subtropicales.
ya sea en uno u en otro pueblo se pueden degustar desde el famoso choto en salsa como embutidos caseros, ollas y pucheros para los inviernos
En los alojamientos del lugar podemos encontrar lugares románticos como La Cueva (El Sol) una casa rural encantadora típica de la comarca, con mucha personalidad y muy acogedora, especial mención merece la casa de la Media Luna y cerca de Guájar Fondón, Casas Rurales Verdeoliva.
De modo que si quiere conocer un lugar privilegiado a treinta minutos de Granada en un paraje subtropical, con rincones mágicos y gente amable que le mostrarán tres pueblos donde el tiempo ha hecho un alto en el camino y donde quedará embelesado por su belleza, no duden en visitar Los Guájares, un auténtico “jardín escondido».