Enrique VIII reinó en Inglaterra desde 1509 hasta su muerte en 1547. Es conocido por haber sido el monarca que rompió con la Iglesia Católica y que fundó la Iglesia Anglicana para poder divorciarse de su primera esposa, Catalina de Aragón, la viuda de su hermano mayor, Arturo, a la sazón príncipe de Gales.
TEODORO DE TIZIANO
Historiador
Matrimonio con Arturo
Con Arturo contrajo matrimonio siendo éste príncipe de Gales por razón de un acuerdo concertado entre los Reyes Católicos y Enrique VII Tudor y Lancaster, el rey de Inglaterra, el 26 de marzo de 1489, cuando ambos, Arturo y Catalina, contaban con apenas cuatro años.
El 14 de noviembre de 1501, Catalina y, para ella, el desconocido y joven príncipe de Gales, se desposaron en la catedral de San Pablo de Londres. Catalina causó una gran impresión a su suegro, el rey. Para su matrimonio se había acordado entre las dos casas reales, la suma de 200.000 coronas como dote de la desposada, pagándose la mitad poco después de la boda, quedando pendiente la otra mitad cuando tuvieran descendencia.
Una vez casados, Arturo fue enviado, como príncipe de Gales al castillo de Ludlow en Shropshire para presidir el Consejo de Gales y Marcas Galesas, siendo acompañado por la ahora ya princesa de Gales, Catalina. La pareja se instaló en Castle Lodge, Ludlow.
Según Catalina y las personas de su entorno, el matrimonio con el joven Arturo jamás se consumó
Unos pocos meses después, los dos enfermaron, posiblemente del sudor inglés que arrasaba el país. El 2 de abril de 1502, el joven príncipe murió y dejó a Catalina viuda. Según Catalina y las personas de su entorno, el matrimonio con el joven Arturo jamás se consumó, dada la extrema debilidad física del príncipe, su acusada infantilidad y, principalmente, por el hecho de que contrajo pronto la enfermedad que habría de causarle la muerte, por lo que Catalina continuaba siendo virgen, una cuestión que resultaría el centro de la gran controversia años después, cuando la ruptura matrimonial planteada por Enrique.
Arturo nunca llegó a reinar, por lo que Catalina no ostentó por esta unión matrimonial, más título que el de princesa de Gales.
Segundo matrimonio y alumbramientos
Catalina casó con Enrique en 1509, cuando él aún era el príncipe heredero de Inglaterra, por decisión de Enrique VII de Inglaterra, para evitar éste la obligación de devolver la dote al padre de Catalina, pese a que solo había recibido la mitad de la cantidad total pactada. Inicialmente, se propuso a sí mismo como marido de su nuera, pero al final se acordó que la princesa casaría con el joven duque de York, Enrique, el segundo hijo de Enrique VII, cinco años más joven que ella.
Catalina fue coronada como reina cuando su esposo Enrique accediera al trono poco después de la celebración del matrimonio. Tras un primer embarazo que concluyó con el alumbramiento de un bebé de sexo femenino que nació muerto, tuvieron un hijo al que llamaron Enrique, que nació el 11 de enero de 1511, pero que murió a los pocos días de vida, el 23 de febrero siguiente. Después de este suceso, Catalina no volvió a quedar embarazada de un varón y tuvo varios mortinatos. En seis embarazos solo tuvo como descendiente viable a la princesa María en 1516. María sería posteriormente reina.
Ruptura
La aparente incapacidad de Catalina para dar un hijo varón al rey hizo que este comenzara a manifestar que se encontraba insatisfecho con su matrimonio, protesta que se acentuó cuando Enrique entabló una relación adulterina con Ana Bolena, decidiendo divorciarse de Catalina.
El hecho de que la Iglesia Católica no permitiera el divorcio, determinó que Enrique rompiese con la Iglesia romana y fundara la Iglesia Anglicana, que él mismo lideraba como su cabeza suprema, en la que sí que se permitió su divorcio con la reina. Para ello Enrique adujo que su matrimonio no había sido válido dado que la reina había consumado su anterior matrimonio con su hermano Arturo antes de enviudar. A pesar de los esfuerzos de Catalina por demostrar que tal cuestión no era cierta y que su matrimonio con Enrique era válido ante Dios y ante los hombres, el rey consiguió el divorcio eclesiástico admitido por su propia Iglesia y se casó con Ana Bolena en 1533.
Destierro y muerte
Catalina de Aragón fue desposeída de su título de reina y seguidamente fue desterrada a Kimbolton Castle, donde pasó sus últimos años de vida casi en soledad, debido a que el rey no permitía que fuera visitada, incluso, ni por su propia hija, María. Durante su confinamiento siguió luchando por sus derechos y por la legitimidad de su matrimonio hasta su muerte. Murió en 1536, a los 50 años de edad, y como exponente de su alta cualidad humana dejó como testimonio la última carta que escribiera para ser entregada al rey, la cual es leída representada en la Catedral de Peterborough con ocasión de la celebración del festival anual en su memoria.
Aunque su matrimonio con Enrique VIII atravesó distintos momentos, puede decirse que Catalina
no fue feliz en general, dado el trance de la ruptura. Catalina es conocida principalmente por su relación con Enrique VIII, fue una figura importante por propio derecho, al ser una defensora de la educación y del bienestar de las mujeres inglesas. Catalina fue siempre una mujer muy respetada por su fortaleza y determinación. Es considerada por los ingleses y por la historiografía británica como una de las reinas más importantes de la historia de Inglaterra, y es recordada también con fama de santidad por la Iglesia Católica Romana.