HORIZONTE GARNATA (HG) NACIÓ CON EL DESEO DE DAR VOZ A GRANADA. COMO MEDIO DONDE PODER DECIR TODO AQUELLO QUE OTROS NO SE ATREVEN POR MIEDO A LA REPRESIÓN Y A LA CONDENA POLÍTICA. HABLAR DE GRANADA LIBREMENTE Y EL LATROCINIO DE DERECHOS DENUNCIANDO LOS ULTRAJES QUE SUFRE. UNA ACTITUD QUE HA SIDO OBJETO DE PERSECUCIÓN DESDE QUE SE INSTAURÓ ESTA AUTONOMÍA AL SERVICIO HISPALENSE QUE TANTO DAÑO NOS INFRINGE.
REDACCIÓN HG
Ser transgresor es romper con las normas y convenciones establecidas, desafiando los límites y cuestionando las expectativas sociales o culturales. Ser un transgresor implica una voluntad de ir más allá de lo establecido, de desafiar las restricciones impuestas por la sociedad y explorar nuevas posibilidades.
La transgresión puede manifestarse en diversos aspectos de la vida, desde lo político y lo artístico hasta lo personal. Aquellos que se atreven a ser transgresores a menudo buscan cuestionar la autoridad, luchar contra la opresión y abrir nuevos caminos. Esto puede manifestarse en la denuncia de injusticias sociales, la promoción de cambios políticos radicales o la creación de obras artísticas provocativas que desafíen las normas establecidas o los usos impuestos.
A lo largo de la historia, los transgresores han sido figuras importantes en la promoción del cambio social y cultural. Su valentía al desafiar las normas establecidas a menudo lleva a avances significativos en la sociedad y la cultura. Sin embargo, también pueden enfrentar resistencia y críticas, ya que la transgresión a menudo amenaza a aquellos que se benefician de las estructuras existentes de poder y control. En última instancia, ser transgresor es un acto de valentía y resistencia que impulsa el cambio y la evolución en la sociedad. A través de la transgresión, las personas desafían las normas impuestas, promoviendo un mayor entendimiento y aceptación de la diversidad en todas sus formas.
Granada necesita de sus históricas figuras y de otras no tan del parnaso de los dioses locales, que clamen y reivindiquen por ella. A unos los conocemos, a otros los iremos descubriendo en nuestras páginas. Lo creemos más necesario que nunca. Porque sin su capacidad e impulso, sin su reivindicación estamos abocados al fracaso en el que ya nos debatimos como sociedad.
Ser reivindicativo es hacer otro acto de valentía y determinación que implica abogar por los derechos, intereses o causas que uno considera justos o importantes. Esta cualidad se manifiesta a través de la acción, la protesta y la defensa de los valores que se consideran esenciales para el bienestar de una persona, grupo o sociedad en su conjunto.
Granada necesita de sus históricas figuras y de otras no tan del parnaso de los dioses locales, que clamen y reivindiquen por ella
Entendemos que los reivindicativos debemos ser agentes de cambio que luchemos por la equidad, la justicia y la igualdad. Tres presupuestos tan lejanos a esta Granada que casi todo lo ha perdido y que sigue recibiendo ataques incomprensibles como la reciente decisión del traslado de la sede de gestión de CETURSA o, poco antes, del Parque de las Ciencias. Algo que con todo lo ya vivido tiene que ser el punto de inflexión y de no retorno. Un basta ya.
Nuestra acción puede manifestarse en diversas formas, desde protestas y movimientos sociales, como los ya existentes de Juntos Por Granada (JxG), Granada Histórica, la Asociación por la Región de Granada (ARG) o la Asociación de Jóvenes Granadinistas, por citar algunos, como hasta la expresión pública de opiniones en defensa de causas específicas, que es donde creemos que está nuestra posición como medio de comunicación en favor de Granada. Sabemos que la actitud de los reivindicadores como nosotros desafía el status quo del aparato instalado en la autonomía andaluza por buscar corregir las injusticias o desigualdades que van contra nuestra tierra y sociedad.
Los reivindicativos a menudo trabajan en nombre de grupos o comunidades que enfrentan discriminación o marginación, alzando la voz en contra de la opresión y luchando por un mundo más justo.
Ser reivindicativo es una manifestación de la ciudadanía activa y la participación cívica
También pueden estar impulsados por un sentido de responsabilidad social, buscando soluciones a problemas complejos que nos afectan como sociedad.
Ser reivindicativo es una manifestación de la ciudadanía activa y la participación cívica. Esta cualidad no solo impulsa el cambio social y político, sino que también fortalece la democracia al recordarnos que la voz de la gente puede influir en las decisiones de la sociedad.
La reivindicación es un recordatorio de que, a través del compromiso y la acción, podemos crear un impacto positivo en la sociedad y promover el progreso, en nuestro caso de nuestra sociedad en general y en particular de Granada. Por eso desde HG retomamos con más fuerza la senda, nunca dejada y que nos inspiró, de ser transgresores y reivindicativos.
