UNA NACIONALIDAD FAKE

EL ESTATUTO ANDALUZ DE 2007 SE ATREVE A SEÑALAR QUE ANDALUCÍA ES UNA NACIONALIDAD HISTÓRICA. EMPLEA EN SU PREÁMBULO TÉRMINOS COMO PUEBLO ANDALUZ, TERRITORIO ANDALUZ, IDENTIDAD ANDALUZA, NACIÓN ANDALUZA, HECHO DIFERENCIAL ANDALUZ… CON EL ÚNICO FIN DE CONSTRUIR UNA NACIONALIDAD FAKE.

Que Andalucía no es una nación, es evidente. Que tampoco es una nacionalidad, parece también casi evidente, salvo para aquellos que se empeñan en vivir del cuentecito del andalucismo legendario. Que el pueblo andaluz no existe y que carece de identidad, sin perjuicio de que puedan existir particularidades comunes entre las diferentes provincias de la amalgama autonómica andaluza, es obvio. Que no hay una raza andaluza es aún más obvio todavía. Tampoco existe una identidad histórica. Menos aún una lengua propiamente andaluza, ni una historia común, salvo por referencia a España y dentro de la nación española, patria común e indivisible de los andaluces y españoles.

Pues si todo es cierto e irrefutable, entonces, ¿por qué se empeñan en decir que Andalucía es una nacionalidad histórica? Sinceramente, no hay ningún fundamento para ello.

Andalucía no es una nación. Tampoco es una nacionalidad. El pueblo andaluz carece de identidad, sin perjuicio de que se puedan reconocer unos rasgos comunes a los habitantes y a algunas manifestaciones culturales de las provincias del sur de España.

Andalucía no es patria de nada ni de nadie. La única patria que se puede reconocer y que existe, es España; y la pluralidad cultural española no crea una identidad propia de Andalucía. Tampoco existe un hecho diferencial andaluz y menos aún un proyecto histórico andaluz. El preámbulo del estatuto está repleto de falsedades, cargado de mentiras, de medias verdades formuladas con interés político, de inexactitudes y de manipulaciones históricas. Tantas, que hay que preguntarse dónde quedó el temor y la vergüenza de sus redactores.

Andalucía no es patria de nada ni de nadie. La única patria que se puede reconocer y que existe, es España; y la pluralidad cultural española no crea una identidad propia de Andalucía

Simplemente digamos ahora que la noción de «nacionalidad histórica» hace referencia a la conexión intrínseca entre una comunidad o grupo de personas y su identidad nacional, arraigada en la historia. Este concepto sugiere que la identidad de una nación se fundamenta en eventos, tradiciones y legados que han evolucionado a lo largo del tiempo. ¿Cuál es la identidad nacional andaluza arraigada en la historia?…

Las nacionalidades históricas a menudo están vinculadas a territorios específicos, donde las comunidades comparten una historia común que moldea su sentido de pertenencia. Estos lazos históricos pueden incluir eventos fundacionales, luchas por la independencia, momentos culturales significativos y la formación de instituciones clave.

¿Cuál es el territorio específico andaluz? ¿Dónde está el sentimiento de pertenencia a Andalucía? ¿Cuáles son los lazos históricos de los andaluces y cuál fue el hecho histórico fundador de Andalucía?…

La idea de nacionalidad histórica también destaca la importancia de preservar y respetar las raíces culturales y

sociales que han dado forma a una nación a lo largo de los años. Este reconocimiento fomenta la comprensión de la identidad nacional como un fenómeno dinámico que evoluciona, pero que mantiene vínculos profundos con su pasado.

La preservación de una nacionalidad histórica no solo fortalece el sentido de comunidad, sino que también contribuye a la diversidad cultural y al patrimonio compartido de una nación. ¿Dónde está la identidad nacional andaluza? ¿Cuál es? ¿Cuáles son sus vínculos profundos con un pasado común distinto de España?…

Conforme al artículo 2 de la Constitución de 1978 y el Título VIII del mismo cuerpo legal, la Andalucía alumbrada en 1981 con la aprobación del estatuto de autonomía es una región española, no una nación, ni una nacionalidad, ni una región histórica que tampoco lo es, ni apelando al Real Decreto de División Provincial de 30 de noviembre de 1833, que no tuvo desarrollo legal ni administrativo alguno en relación con la reorganización regional y que estuvo vigente 14 años, hasta la promulgación del Decreto de 29 de septiembre de 1847, de reorganización regional de la Península.

Por tanto hablar de nacionalidad andaluza es hablar de una nacionalidad fake.

la Andalucía alumbrada en 1981 con la aprobación del estatuto de autonomía es una región española, no una nación, ni una nacionalidad, ni una región histórica

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Celso Costa

Celso Costa, Abogado granadino que trabajó para Putnam & Asociated LLP y que actualmente vive en Nuevo Madrid (Misuri). Sigue a distancia el juanmanismo, muy preocupado por su crecimiento

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