LA SINDONE A LA LUZ DE LA CIENCIA

LA SÁBANA DE TURÍN ES UNO DE LOS OBJETOS CULTURALES MÁS ESTUDIADOS DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD. DOS BANDOS EN LIZA SE DEBATEN SOBRE SU ORIGEN Y SIGNIFICADO

GUSTAVO ROMERO SÁNCHEZ

De Granada Histórica

La Sindone es, tal vez, el objeto solemne mejor y más estudiado de la historia de la humanidad. Es incontable el número de trabajos, teorías y especulaciones que existen sobre ella y resulta curioso el hecho de que cuando alguno de los dos bandos en liza cree tener alguna certeza definitiva que cierra el caso a su favor, ésta se desvanece por la aparición de nuevas pruebas en sentido contrario aportadas por el rival, en una batalla intelectual y espiritual donde el ingenio de las partes roza lo extraordinario.

En el año 1898, coincidiendo con una sus múltiples ostensiones, el abogado —y fotógrafo diletante—, Secondo Pía, obtuvo la primera autorización para fotografiar la Sindone. Al estudiar la imagen arrojada por su rudimentaria cámara el resultado fue desconcertante: la Sábana se comportaba como un negativo, es decir, el negativo fotográfico actúa como un positivo óptico de la imagen. El negativo nos arroja una imagen especular con los colores invertidos donde se aprecia una silueta mucho más clara y nítida del hombre de la Sábana, al contrario de lo que debería suceder. Las fotografías de Secondo Pía fueron repetidas con idéntico resultado por Giuseppe Enri en el año 1931.

En el año 1898, coincidiendo con una sus múltiples ostensiones, el abogado —y fotógrafo diletante—, Secondo Pía, obtuvo la primera autorización para fotografiar la Sindone

Los resultados de Secondo Pía despertaron un extraordinario interés por el análisis de la Sábana Santa, desde entonces los estudios se han multiplicado y reputados expertos de todos los ámbitos de la ciencia han tratado de arrojar algo de luz sobre la misteriosa tela.

Datos curiosos

El estudio del palinólogo Max Frei reveló que en la tela existen al menos 58 especies de pólenes pertenecientes a plantas de distinta procedencia, muchas de ellas de la zona de Oriente Medio, incluso algunas endémicas de dicha región. Cuestión que sirve para ubicarla en tierra santa.

Por su parte, forenses y cirujanos como Pierre Barbet o Robert Bucklin, han certificado que las aparentes marcas de clavos en las muñecas, latigazos y demás signos de tortura que presenta la imagen que describe la Sindone, se refleja el calvario real que debió sufrir el hombre amortajado con ella, ajustándose de forma asombrosa a las descripciones que los evangelistas nos legaron sobre la Pasión de Jesús.

Los científicos del equipo STURP (Shroud of Turin Research Project), grupo multidisciplinar que analizó la reliquia en los años setenta, atribuyeron a la imagen cualidades sorprendentes: tridimensionalidad, estabilidad térmica y química, ausencia de pintura, etc. Posteriormente, el doctor italiano Pierluigi Baima Bollone, afirmó haber demostrado la presencia de sangre en la tela e, incluso, su tipo: AB.

La imagen que describe la Sindone, se refleja el calvario real que debió sufrir el hombre amortajado con ella

Evidentemente, también hubo científicos que contrarrestaron gran parte de los estudios mencionados, el más significativo y digno de mención sería Walter McCrone, reputado químico, microanalista y cristalógrafo que llegó a la conclusión de que donde otros investigadores vieron sangre, él apreció componentes de pigmentos artísticos muy usados en la Edad Media como el ocre rojo o el bermellón, aduciendo un evidente defecto de método e interpretación.

De entre las opiniones en contra de la santidad de la Sábana, cabe reseñar que el golpe más duro, la crítica más lesiva, para los partidarios de la autenticidad de la reliquia lo asestó, el carbono-14, un viejo conocido del mundillo de la ciencia y la arqueología.

El carbono 14 cierra el debate…¿o no?

La prueba de datación por radiocarbono o prueba del carbono 14, se fundamenta en el hecho de que el átomo de carbono 14 —isótopo radiactivo del carbono 12—, se encuentra en todos los seres vivos. Cuando un organismo muere, deja de absorber carbono 14 de la atmósfera y la cantidad que tenía en su estructura orgánica comienza a disminuir a un ritmo constante, se reduce a la mitad cada 5730 años.

Los científicos pueden medir la cantidad de carbono 14 residual de un objeto elaborado con material orgánico para datar o determinar su antigüedad

Los científicos pueden medir la cantidad de carbono 14 residual de un objeto elaborado con material orgánico para datar o determinar su antigüedad. Primero, el objeto de estudio se somete a un proceso de limpieza para evitar cualquier impureza o contaminación y se convierte en dióxido de carbono. Luego, el gas se mezcla con metano y se introduce en un espectrómetro de masas, un dispositivo que mide la cantidad de carbono 14 de la muestra.

La masa de isótopo obtenida se compara con el porcentaje de carbono 14 en la atmósfera en un momento conocido del pasado, lo que permite a los científicos estimar la edad del objeto. La prueba de carbono 14 es precisa para fechar objetos de hasta 50.000 años de antigüedad.

Por fin, en el año 1986, la Iglesia autorizó a que se procediese a datar la reliquia mediante el mencionado método [carbono-14]. Tres prestigiosos laboratorios fueron los elegidos para llevar a cabo las pruebas: uno de Oxford, otro de Zúrich y el último de Tucson, Arizona. El Museo Británico sería el encargado de coordinar y supervisar los trabajos, los tres centros de investigación utilizaban el método AMS (Accelerator Mass Spectrometry), comentado anteriormente.

Metodología con las muestras

Los laboratorios recibieron cuatro muestras distintas de tejidos, solo una pertenecía a la Sindone, las otras tres eran muestras de control, de antigüedad diversa y conocida: un trozo de tejido de lino nubio del siglo XI; un fragmento egipcio, también de lino, datado en el siglo I y, por último, unos hilos de la capa fluvial de San Luis de Anjou, del siglo XIV. Se trataba de aplicar un método ciego: los investigadores ignoraban la pieza que investigaban para evitar sesgos involuntarios, además, al trabajar con tres piezas de edad conocida, de confirmar su antigüedad también se validaría la metodología empleada en la datación de los fragmentos pertenecientes a la Sábana Santa.

En 13 de octubre de 1988, el cardenal Ballestero convocó una rueda de prensa en Turín para presentar los resultados de los estudios: los laboratorios, de forma unánime, databan las muestras entre los años 1260 y 1390 de nuestra era, ¡La Sábana Santa era una falsificación medieval! El informe pormenorizado de los tres laboratorios se publicó en la prestigiosa revista Nature el 16 febrero de 1989, constituyendo un hito en la historia de la reliquia.

Las conclusiones de la prueba del carbono 14 en la Sábana Santa fueron muy controvertidos y generaron un intenso debate entre los detractores y partidarios de la autenticidad de la reliquia. Muchos cuestionaron la validez de la prueba, argumentando que la muestra de la tela tomada para los análisis no era representativa de todo el lienzo o que el método empleado no era el adecuado habida cuenta los niveles de contaminación del tejidos por los incendios sufridos, entre otras circunstancias.

A pesar de las críticas, la mayoría de los científicos aceptaron los resultados del carbono 14 como una evidencia rigurosa de que la Sábana Santa no procede de la época de Jesús. Pero, lo cierto es que desde el año 1988 ha habido expertos que refutan de forma solvente los resultados y piden que se repitan las pruebas de datación a la luz de las nuevas tecnologías. 

Otros estudios

Se siguen llevando a cabo estudios desde distintas disciplinas sobre la Sindone con las más variadas conclusiones: la imagen se grabó por efecto de radiaciones de origen desconocido, la silueta fue impresa debido a la inmensa fuerza arrojada por un movimiento sísmico, una recientísima datación por rayos X sitúa su origen en época de Jesús, etc. Lo cierto es que el enigma parece estar lejos de resolverse, el debate sigue abierto y es probable que continúe así otros dos mil años.

La mayoría de los científicos aceptaron los resultados del carbono 14 como una evidencia rigurosa de que la Sábana Santa no procede de la época de Jesús

Debemos ser conscientes de que el hecho de que tras los estudios científicos la Sábana Santa fuese finalmente certificada como una obra de arte de procedencia medieval —llamémosle falsificación o como queramos—, es algo inocuo para el dogma de fe cristiano ya que éste bebe de la tradición y de las revelaciones de Dios transmitidas por las Sagradas Escrituras. No así sucedería al contrario, la demostración de la autenticidad de la Sindone acarrearía unas implicaciones extraordinarias en el ámbito teológico pues ayudaría a evidenciar la Pasión y muerte de Jesucristo.

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