UNA PLANTA QUE ENAMORA: LA CELINDA

¿Quién no se queda maravillado ante el deleite sensorial al encontrarse delante de un celindo florido?

Philadelphus coronarius o Celinda

La celinda, conocida científicamente como Philadelphus coronarius, es una planta ornamental que pertenece a la familia Hydrangeaceae. De la misma familia son las populares hortensias, quién lo diría ¿no?. Originaria de la región mediterránea, la celinda es apreciada por sus hermosas flores blancas muy vistosas (variedad Aureus), así como su agradable y dulce fragancia que recuerda el azahar, lo que la convierte en una opción popular, por tanto, en jardinería.

Jardines del Generalife. Foto Patronato de la Alhambra.

Características

Desde el punto de vista botánico, la celinda es un arbusto caducifolio que puede alcanzar una altura de hasta 3 metros.

De porte redondeado y ramas arqueadas, sus hojas son opuestas, ovales y dentadas, de color verde brillante, lo que le confiere un atractivo aspecto durante la primavera y el verano. Sin embargo, son sus flores las que la convierten en una planta tan especial.

Florecen en primavera y principios de verano, creando un espectáculo visual y olfativo que atrae a abejas y otros polinizadores. Las flores se agrupan en racimos terminales de 5 a 10 flores. Cada flor tiene cuatro o cinco pétalos blancos, con largos estambres amarillos en el centro. Pueden utilizarse en arreglos florales, ya que conservan su fragancia incluso después de ser cortadas.

Cultivo y mantenimiento

En cuanto a sus requerimientos de cultivo, la celinda prefiere suelos fértiles, bien drenados y ligeramente ácidos aunque los tolera ligeramente alcalinos o neutros. Se desarrolla mejor a pleno sol o en semisombra, y es resistente a la sequía una vez establecida. Es una planta de bajo mantenimiento que no requiere podas frecuentes, aunque se puede dar forma para controlar su tamaño y promover una floración más abundante. De hacerse, se realizarán justo después de su floración, respetando los tallos nuevos.

Variedades

Existen numerosas variedades de celinda, cada una con características únicas:
‘Aureus’: Hojas de color amarillo dorado.
‘Nanus’: Porte enano, ideal para jardines pequeños.
‘Virginalis’: Flores dobles de color blanco puro.
‘Zeyheri’: Flores fragantes con pétalos rosados.

Utilidades

En jardinería, la celinda se utiliza comúnmente como seto, pantalla o como planta aislada en parterres y borduras. Su follaje denso y sus flores perfumadas la convierten en una excelente opción para crear privacidad en el jardín o para aportar color y fragancia a espacios al aire libre.

Además, su fácil cuidado y su resistencia a enfermedades la hacen adecuada para jardineros principiantes.

Reproducción

Para propagar la celinda, se pueden utilizar esquejes semileñosos en primavera u otoño, que se pueden enraizar fácilmente en un sustrato húmedo y con buen drenaje. También es posible multiplicarla por división de matas en primavera, separando los brotes jóvenes y plantándolos en macetas individuales.

Resumen

En resumen, la celinda o celindo es un arbusto versátil y atractivo que aporta belleza y fragancia al jardín. Su fácil cultivo, resistencia y variedad de usos la convierten en una opción popular para jardineros de todos los niveles de experiencia.

Si buscas un arbusto que te brinde satisfacción durante años, la celinda es una excelente elección.

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Picture of Juan J. Alonso

Juan J. Alonso

Juan J. Alonso (Granada, 1962) es licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad de Granada (1985). Ha desarrollado su actividad en distintas posiciones en la Industria farmacéutica y de Diagnóstico clínico como especialista en Enfermedades Infecciosas y Microbiología. Regionalista convencido, ha sido vicepresidente de la ARG. En la actualidad es miembro del equipo técnico de HG.

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